UN PEQUEÑO INCIDENTE

CAPÍTULO 26

POV Matthew

—Y también estabas preparada para lo que íbamos a hacer.

—Es fácil asumirlo…ah…sabiendo que cuando estamos juntos…ah…ah…y a solas…ah — introduje dos dedos a su entrepierna y gimió retorciéndose de placer, mordió su labio inferior — No pode…ah…podemos estar quietos. — Sonreí, su intimidad estaba tan mojada, que mis dedos resbalaban fácilmente, comencé a estimular su clítoris suavemente, ella solo podía gemir

Mi maldita erección dolía de tan dura que estaba, mordí uno de sus pezones y soltó un grito de placer.

—Shhhh, vamos a despertar a tus papás.

—Joder…Matt… — aceleré el movimiento de mis dedos sobre su clítoris, ella comenzó a mover su cadera más rápido. — Ah…ah…Matt…ya no puedo…ya…ah…ya no puedo más…ah…te necesito.

—Aún no preciosa, primero ven aquí pequeña, te voy a demostrar lo que tu novio puede hacerte con la lengua. — La tomé en brazos y la tumbé a la cama, me hinqué frente a ella. — Abre esas lindas piernas ojitos bonitos. — abrió las piernas, las acaricié con las yemas de mis dedos hasta llegar a su entrepierna, me incliné y al sentir mi respiración sobre su centro, gimió de placer, pasé mi lengua por su entrepierna y su espalda se arqueó, sus manos apretaron las sábanas tan fuertes que sus nudillos estaban blancos, di otras cuantas lamidas más que la llevaron al borde, introduje mi lengua a su centro y comencé a moverla rápidamente.

—Ah…ah…ay…ah…ah — tenía los ojos cerrados y mordió su labio inferior para no gemir fuerte, mientras mi lengua estaba dentro de ella, una de mis manos estimulaba uno de sus pezones y la otra sobre su clítoris, Ellie se retorcía, apretaba las sábanas su pecho subía y bajaba rápidamente, su cuerpo estaba bañado en sudor, parecía una diosa ahí sobre la cama gimiendo de placer ante mi toque, su entrepierna estaba tan caliente que quemaba, era el jodido paraíso combinado con el infierno, placer entre llamas, como un ave fénix hermoso y caliente.

—Ah…ah…ah…ah…mierda Matt…ya no soporto.  Lloriqueó — duele…soportar más…ah… — aceleré mis movimientos — necesito…ir al baño…

—Déjalo venir cariño, no es pis, déjate llevar. — dejé besos suaves sobre su entrepierna, estaba roja e hinchada, mi miembro palpitaba de dolor, introduce mi lengua nuevamente a su centro, llegué a su punto g y comencé a dar empujones suaves con mi lengua, aceleré el movimiento y la presión en su clítoris, entonces la escuché gemir mi nombre.

—¡Matt! — sus fluidos salieron a presión mojando todo lo que había a su pasó, la probé, era tan dulce esta mujer, su cuerpo tembló y dejó caer las piernas, su respiración agitada, solo de verla así, alcancé mi orgasmo y me corrí, maldita sea, me tiré a su lado y besé se frente.

—¿Cómo te sientes mi amor?

—Cansada — dijo con su voz agitada — mierda Matt, esto fue algo… — tomó aire — algo indescriptible.

—Indescriptible bueno ¿o malo?

—Joder Matt, ¿cómo te través a preguntar eso? No miras como me dejaste. — se rió suavemente y me abrazó, la besé suavemente — jamás me había sentido así.

—Lo sé, eres increíble Ellie, acabas de hacer que tuviera un orgasmo y me corriera solo con verte. — rió, sus mejillas estaban rojas, ambos estábamos bañados en sudor.

—¿Dónde dejaste a nuestro hijo?

—Se quedó dormido, pero extraña a su mamá.

—¿Sí?