UN PEQUEÑO INCIDENTE

CAPÍTULO 71

Estaba terminando la comida, Matt no tardaba en llegar de la empresa, tenía música y estaba bailando, estaba tan feliz y no sabía el porque, fui a la sala a acomodar los cojines y estaba bailando cuando se abrió la puerta y mi guapo novio sonrió.

POV Matthew.

Entré y lo primero que veo es a mi novia moviéndose sensualmente al ritmo de la música, le sonreí y me correspondió con una sonrisa, se acercó a mí, cerré la puerta y dejé caer mis cosas al suelo y tomé de la cintura a mi mujer, comencé a bailar con ella y reímos,  se veía tan hermosa, el brillo de sus ojitos que ahora con el embarazo resaltaba más y esa hermosa sonrisa que ilumina su rostro, describirla es tan difícil cuando no existen palabras que le hagan justicia. La amo tanto, su barriguita donde carga a nuestras hijas, dos mini copias de ella, soy el hombre más feliz del mundo, ahora estoy más decidido que nunca de hacerle esa pregunta tan importante, esa pregunta que solo de le hace a esa persona que verdaderamente amas y deseas pasar el resto de tu vida con ella. Se terminó la canción y la besé suavemente.

—¿Cómo estás hoy mi cielo?

—Bien, gracias ¿Cómo estuvo tu día? — me abrazó y me miró a los ojos.

—Un poco pesado, pero ahora que estoy contigo, valió la pena. — sonrió y recargó su cabeza en mi pecho, besé su frente. — ¿Cómo están nuestras princesas?

—Ahora están moviéndose demasiado cuando escucharon tu voz. — sonreí, levanté mis cosas del suelo y las puse en su lugar.

—Bueno, iré a quitarme este traje y ahora mismo vuelvo para estar con ustedes tres. — asintió feliz y besé sus labios, fui a la habitación y me puse algo más cómodo, salí y encontré a Ellie en el sillón sentada, bostezando.

—¿Tienes sueño mi cielo? — asintió.

—Tengo mucho sueño y me duele la espalda, pero estoy bien.

Me senté a su lado y froté su espalda suavemente, me sonrió, me acerqué a su barriga y levanté su camisa, deposité un beso sobre ella.

—Hola princesitas, dice mami que se han portado muy bien, no saben cuanto las extraño cuando no estoy con mis tres amores, ya falta menos para poderlas conocer pequeñitas, ya casi voy a poder cargarlas entre mis brazos y vamos a ser buenos con mami, ustedes y yo estaremos juntos y calladitos para dejar que mami descanse, las amo pequeñitas. — dejé varios besos en dulce barriga y después me acerqué a sus labios a hacer lo mismo, me sonrió y la abracé.

—Por más que me gustaría quedarme así, debo ir a la cocina, la comida ya está lista.

—No te preocupes, yo la sirvo.

—¿Harías eso por mí?

—Sí mi cielo.

—Lo siento, sé que vienes cansado y…

—No te disculpes mi amor, yo también puedo ayudar en la casa, tú también estás cansada, cargas a nuestras pequeñas en tu barriga y lo menos que puedo hacer es ayudarte.

—Eres tan lindo, no sé que hice para merecerte.

—Ser tú, eso hiciste para merecerme. — me sonrió y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Y esas lagrimitas?

—Es que últimamente he estado un poco más sentimental de lo normal.

—¿Qué puedo hacer por ti?

—Abrazarme y decirnos lo mucho que nos amas. — rompió en llanto y la abracé, besé su frente.

—Tranquila pequeña, todo está bien, te amo preciosa y siempre estaré con ustedes.