No sentí las manos de Matt en mí barriga, desperté y no estaba en la cama, me dieron ganas de hacer pis y fui al baño, cuando salí no había ningún rastro de Matt, salí de la habitación y escuche ruido en la cocina, entré y vi a Matt comiendo papas mientras estaba sentado en la barra.
—Matthew Harrison, estas no son horas de comer papas.
—¿Qué haces despierta cielo?
—Tenía que ir al baño y no te vi en la cama. — me acerqué a él y besé sus labios suavemente — ¿Qué haces aquí?
—Creo que tuve un antojo.
—¿Un antojo?
—Sí, ni el sueño le pudo ganar a las ganas de comer papas con chile. — me reí.
—Es que estos pequeñines quieren compartir síntomas con papá.
—Eso parece. — acarició mi barriga suavemente.
—Se siente raro pensar que ya no tendré que irme a casa mañana. — sonrió y besó mi frente.
—A mí me encanta esa idea, estar juntos y no tener que separarnos en ningún momento. — sonreí.
—Lo sé, te amo más que a nada en este mundo Matt. — acaricié su mejilla suavemente.
—Y yo te amo a ti Ellie Hoult, te amo de la forma en que nadie nunca te amará. — nos besamos suavemente, se me antojó un vaso de leche con galletas, me acerqué al refrigerador y me serví un vaso de leche, lo dejé en la barra y busqué las galletas en la alacena, pero estaban hasta arriba y no las alcanzaba, Matt sonrió. — ¿ocupas ayuda cielo?
—Por favor, no las alcanzo, estoy enana. — se rió y se acercó, bajó las galletas y me las dio, le di un beso suave en los labios y me senté en la barra, comencé a beber mi leche con galletas mientras Matt comía sus papas. — Te ves gracioso comiendo papas a estas horas. — me reí.
—No es mi culpa, es la de nuestros bebés.
—Pobre de ti, mi amor.
Seguimos comiendo y cuando terminamos, fuimos a la habitación nuevamente y nos acostamos, Matt me abrazó y metió sus manos por debajo de mi camisa para ponerlas en mi barriga, la acarició suavemente y nos quedamos dormidos, eran las nueve de la mañana, Matt estaba duchándose, Copito me estaba ladrando y estaban tocando a la puerta, fui al baño a hacer mis necesidades y me lavé los dientes rápidamente.
—Buenos días mi amor. — dijo Matt desde la ducha.
—Buenos días cariño, iré a abrir la puerta.
—Está bien.
Fui a la puerta y miré a Maddi y Sam, abrí la puerta y me miraron.
—¿Te sientes bien? — preguntó Maddi.
—Sí, es solo… — las náuseas me golpearon y corrí a la habitación, entré al baño y comencé a vomitar en la taza, Matt se acercó rápidamente a mí y tomó mi cabello, comenzó a frotar suavemente mi espalda.
—¿Estás bien mi cielo? — preguntó cuando terminé de vomitar y asentí.
—Maddi y Sam están en la sala, ve con ellos.
—No quiero dejarte sola mi cielo.
—No pasa nada cariño, me voy a vestir y ahora salgo, ve con ellos, se quedaron preocupados.
—¿Segura?
—Sí cariño, tranquilo, estamos bien.
—Te ayudo a ponerte de pie.
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UN PEQUEÑO INCIDENTE
RomanceCuarto libro de la saga "Pequeños " Ellie Hoult una universitaria hermosa en último año, con un par de hermanos celosos, anhela tener un amos como sus padres, nunca ha tenido una relación amorosa, pero eso está por cambiar cuando conoce a Matthew Ha...