CAPÍTULO 29

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Me cargó, no me iba a quejar porque en serio dolía mucho para caminar, pegué mi cabeza en su pecho cuando me dio otro cólico.

—Tranquila mi cielo, te voy a cuidar y te vas a sentir mejor.

—Lo sé cariño.

Subió al elevador y no llevó a su piso, apenas se abrieron las puertas, entramos al apartamento, Matt me llevó a la habitación y me acostó en la cama, me quitó los zapatos y salió corriendo de la habitación, pobre Matt, no quería ponerlo así, está preocupado, volvió a la habitación con un vaso de agua y una pastilla.

—Toma mi amor, es una pastilla para los cólicos.

—Gracias cariño. — le sonreí, me senté suavemente, me tomé la pastilla y el vaso de agua, Matt lo llevó a la cocina y volvió con un almohadón térmico. — ¿Y ese almohadón?

—Lo compré en la mañana, quería tener todo lo que necesitas aquí, compré tus tampones, están en el baño, compré pastillas y el almohadón térmico.

—Que lindo cariño. — levanté mi camisa y bajé mi pantalón un poco, Matt puso el almohadón térmico en mi abdomen bajo, se acostó a mi lado y me abrazó, puso sus manos sobre el almohadón para sostenerlo.

—¿Cómo te sientes mi amor?

—Estoy bien cariño, tranquilo, no te preocupes tanto.

—Es que no me gusta que te sientas mal.

—Tranquilo mi amor, ahorita se me quitan. — besó mi mejilla, me dio otro cólico y me doblé del dolor, Matt aplicó presión en el almohadón y poco a poco se me pasó.

—¿Te duelen más que ayer?

—Sí, el segundo día es el peor.

—Pobre de mi ojitos bonitos.

Me dio otro cólico, me retorcí del dolor, dolían tanto que comencé a llorar.

—¿Quieres que vayamos al hospital mi amor?

—No, es…normal. — le dije lloriqueando.

—Pero mira como te tienen mi amor.

—Es…que me duelen mucho… — sorbí mi nariz.

POV Matthew.

Mi ojitos bonitos está sufriendo, está llorando del dolor y me duele verla así, quisiera quitarle el dolor, pero no sé que hacer y me desespera verla así y no poder hacer nada, me quedé a su lado abrazándola, después de un largo rato, se quedó dormida, acaricié su cabello y besé su cabeza, salí de la habitación y fui a la cocina, busqué en Internet algo que pudiera ayudar y encontré que el brócoli ayuda a reducir el dolor, cocí brócoli, le preparé un té, cuando el té estuvo listo, fui a la habitación, cuando me escuchó entrar, se despertó, sus ojitos estaban cansados, me sonrió.

—Hola mi amor. — le dije.

—Hola, lamento que tengas que verme así…

—No digas eso preciosa, a mí me gusta estar contigo y no solo estaré en las buenas, también en las malas y te voy a cuidar para que te sientas mejor. — sonrió, me acerqué a la cama, ella se sentó y se recargó en el respaldo de la cama. — Te traje un té, leí que el té caliente puede ayudar. — sonrió.

—¿Cómo sabes?

—Investigué un poco.

—Que lindo. — le entregué la taza y me senté a su lado. — huele delicioso, gracias.

—De nada mi cielo. — besé sus labios suavemente, me acerqué a sus pies y comencé a masajeárselos suavemente, ella sonrió, bebió su té y llevé la taza a la cocina, después volví a la habitación y me senté a su lado, ella me abrazó. — ¿Cómo te sientes cariño?

UN PEQUEÑO INCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora