Nota: En la línea de tiempo de esta historia, este extra es de cuando Karol y Ruggero tuvieron su primera cita.
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Ruggero
Adoro a mis amigos, de verdad que son personas increíbles con las que sé que puedo contar. Pero en este momento son los que se han ganado miradas de odio por toda una semana, incluso ahora que están obstruyendo mi visión de la hermosa mexicana que tengo delante.
Resulta que la salida que tenía con Karol el domingo pasado, en donde claramente solo éramos ella y yo, mis amigos se colaron y no tuve ningún momento asolas con ella, ni siquiera nos pudimos sentar juntos y ahora, exactamente seis días después de ese día, estábamos celebrando mi cumpleaños.
Quería recibir un gran abrazo de su parte porque mierda, ella me encanta, pero solo son los brazos de Agustín los que me rodean.
-Ni se te ocurra.- le advierto a Michael cuando veo sus intenciones de abrazarme por el costado libre.
-Pero por qué Agustín si puede.
-Porque me quiere más.
Me suelto también de su agarre cuando este aprieta mi brazo.
-Ya basta, son muy melosos.
-Pero es tu cumpleaños.- Agustín trata de acercarse de nuevo cuando mi atención es robada por la chica de vestido celeste.-Ven, te doy otro abracito.
Me volteo hacía él.
-No quiero más abrazos.
La sonrisa de la mexicana decae y me siento mal cuando veo que se abraza a sí misma y se detiene.
-Eh, Ruggero.- mis dos amigos se giran para verla cuando habla.-Feliz cumpleaños.
Solo sonríe y busca con la mirada a sus amigas. Pero soy más rápido que ella y rodeo la mesa para impedirle el paso.
-Gracias.- parezco un tonto que no sabe que decir.-¿Te encuentras bien?
Veo como juega con el anillo que lleva en su mano y enseguida levanta el mentón.
Allí está ese verde que me encanta día tras día. Sus ojos son algo atrapante.
-Sí, estoy bien.
-Karol, sobre la salida pasada.
-El peor intento de salida.- parece causarle gracia y yo soy más que dichoso por ver su sonrisa.
-Quiero que tengamos una cita.
Ya he dicho que Karol Sevilla es una chica muy tierna y ver como sus mejillas se ponen rojas hacen que solo quiera besarla.
-¿Una cita?
-Los chicos lo arruinaron y todo por el chismoso de Agus, ahora solo quiero que seamos tú y yo.
En mi mente mis dedos están cruzados esperando una respuesta positiva.
-Entonces será nuestro secreto.
Sonríe de manera cómplice cuando alza su dedo meñique y espera que haga lo mismo. No la decepciono y guardo silencio cuando los demás se acercan.
-Es hora de las fotos.
Mi mamá es la primera en ponerse a mi lado, detrás de la mesa para empezar con las fotos. Tengo entendido que los adultos se irán dentro de una hora para dejarnos nuestro espacio.
Después de mi familia se acomodan mis amigos a mi lado. Siento su presencia y efectivamente allí está, sonriéndome de una manera encantadora.
Su mano roza con la mía y el impulso me gana a tomarla, siento que su cuerpo se tensa pero al ver mi sonrisa se tranquiliza y se apega más a mi cuerpo.