Ha pasado una semana desde que me enfermé.
Después de recuperarme bien de mi infección, regresé a dar clases normalmente, lo que solo fue un día de ausencia.
Ruggero ha sido todo un amor. Ninguna persona, que apenas me había conocido, se había preocupado por mí. No de esa manera. Tanto que al día siguiente llegó con unas galletas especiales y sobre de otro té que le había recomendado la mamá.
Eso fue algo que me enterneció. Imaginarlo preguntándole a su mamá que cosas me podía dar para que me recupere era algo que hablaba muy bien de él. Por lo que la espina sobre su broma acerca del matrimonio y cuando le pregunté acerca de ello, desapareció por completo.
Estaba segura de que su madre no apoyaría tal cosa.
Después de eso no lo pude ver porque yo me ocupaba de mis clases y él de su escritura y revisiones de trabajo.
Igual eso no impedía las conversaciones nocturnas. En las cuales ya me había sacado todos mis gustos.
***
Estoy terminando de preparar mi almuerzo y escucho que llaman.
Apago la estufa y salgo a ver quién es. Me sorprende ver a un jovencito que no reconozco.
—¿Es usted Karol Sevilla?
—Así es. ¿Y tú eres...
El chico parece aliviado de haber dado conmigo.
—Soy Erick, solo vine a dejarle esto.
Me entrega una caja y enseguida se va corriendo. Me doy cuenta que un grupo de otros jóvenes lo esperan en la esquina.
La curiosidad me mataba por lo que enseguida cerré la puerta y fui a sentarme en el comedor, empezando a abrir la caja.
Me sorprendo cuando veo una otra caja pero esta es de chocolate monardo gianduiotto, pero enseguida sonrío cuando veo que también hay una nota.
Espero el niño te los dé y no se los lleve para comer con sus amigos.
Estoy terminando unas ediciones de la editorial, por eso no voy personalmente. Pero en cuanto los vi y supe que eran tus preferidos no lo pude evitar. Diría que te estoy conquistando a la antigua pero para mí esto es moderno y agradable.
Quiero que cada vez que comas uno me recuerdes—muy cursi pero si quiero que lo hagas—y a la vez disfrutes de un momento dulce.
Necesito verte este sábado y que cumplas con tu papel de guía. Necesito inspiración para mis próximos capítulos.
Ruggero.
Psdt: si eres el niño, quiero que sepas que estas impidiendo que conquiste a una mujer muy hermosa.
***
He ido comiendo uno por día hasta por fin poder verlo. Y es que ese lado de Ruggero, que es cursi pero divertido a la vez, me está gustando y mucho. Tanto que con una sonrisa me voy a dormir pensando que mañana ya lo veré.
Mi alarma empieza a sonar y decido despertarme ya porque si no se me hará tarde y Ruggero pasará por mí dentro de una hora. Almorzaré con él.
Estamos cerca de terminar mayo y el calor se está haciendo presente por lo que decido ponerme un short azulado con una blusa negra de tirantes gruesos. Ayer lavé mi cabello por lo que hoy no lo mojo al momento de entrar a la regadera.