28|Era ella|

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Karol

12 de Octubre del 2019

Las caricias en mi cuello son constantes y agradables, su toque es algo a lo que estoy dispuesta siempre a disfrutar.

La presión en mi abdomen es señal de que aún no me suelta. Siempre despierto así todas las mañanas y me alegra que pese a la pequeña discusión que tuvimos ayer, no ha hecho que eso cambie algo de nuestra rutina y menos en un día como hoy.

—Buenos días, preciosa.

Un tulipán reposa en su mano. El gesto me enternece porque sabe que son mis favoritos y más aún cuando me dio uno en nuestra primera cita, que por cierto es del mismo color.

—Buenos días a ti.

Me acerco un poco más dejando el tulipán hacia un costado. Disfrutando del contacto de mí esposo. Hoy se cumple un año desde que ante la ley y Dios lo somos y no puedo estar más feliz por eso.

—¿Sabes lo único que no me gusta de nuestro aniversario?

—¿Qué cosa?

Repasa las facciones de mi cara con la flor en su mano.

—Que haya caído un jueves y tengas que ir a trabajar.

Yo apenas había empezado también pero hasta mediodía estaría libre.

—Pero nos veremos en la noche, puedes pasar la tarde con Giovanna y te recogeré allí.

—Creo que la pasaré aquí.

Intento levantarme para ir a buscar ropa pero su brazo me detiene.

—Mi amor.

En un rápido movimiento de su parte me deja debajo de él, aprisionando mis manos.

—Hay que apurarnos.

Mete su cabeza en el hueco de mi cuello y eso provoca mis cosquillas por sus rulos desordenados.

—¿Sigues molesta?

La imagen de la noche anterior vuelve a mí. Detesto a esa mujer.

—Sabes que no, solo que me molesta que siga insistiendo contigo.

—Es una batalla que tiene perdida.—acerca sus labios a los míos, rozándolos suavemente.—Porque para mí, solo eres tú.

Los besos de Ruggero siempre me hacen sentir bien, los disfruto. Me siento, por más cursi que suene, en las nubes. Es el hombre que amo y del que no me quiero separar.

Claro que eso no lo entendían todos.

Rubí era una chica del instituto, no pertenecía al fastidioso grupo de las populares pero eso no impedía que estuviera enamorada de Ruggero. Puso el grito en el cielo cuando se enteró de nuestro noviazgo. Y cuando pensé que iba a quedar atrás, luego de la graduación, la vi en el campus de la universidad.

Aunque esta vez fue menos insistente, supongo que en ese tiempo maduró.

Pero la sorpresa que me pegué cuando la vi en el trabajo de Ruggero fue grande.

Ella vive en otra ciudad y solo por un convenio de la editorial ella había venido y como Alessia le tiene mucha confianza a mi esposo, a él lo dejó a cargo.

Ayer cuando regresaba de donde mamá los encontré abrazados en el porche de nuestra casa.

Me sentí muy incómoda y se lo hice saber a Ruggero. Él estaba abrazándola porque Rubí está pasando un mal momento con sus padres y eso me hizo sentir peor. Sintiendo celos estúpidos cuando ella está pasándola mal.

Solamente TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora