Extra DULCE O TRUCO

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Ethan

—Ethan —Nyari comienza con un berrinche— Dijiste que lo harías.

—En tu propuesta no estaba incluido el mocoso —recalco.

—Te he dicho que no lo llames de ese modo —se molesta levemente y hace pucheros.

—Es lo que es, se supone que tú y yo pasaríamos todo el día juntos.

—Y vamos a pasarlo.

—¿Por qué traer mocosos? —mascullo, los sobrinos de Maya llegaron anoche y ahora estoy teniendo está conversación con Nyari.

—Ethan, vendrás o no con nosotros —se cruza de brazos.

—Vayamos solo tú y yo —me acerco a ella y le sujeto de la cintura— y que ellos se queden —propongo en un tono juguetón.

—Ethan, son unos niños —retrocede un paso levemente molesta—, no pueden quedarse solos.

—Que se queden con Belenus y Kiara.

—¡Es enserio! —masculla con sarcasmo— dos cachorros cuidando a dos niños.

—Nyari, no entiendo por qué te molestas o por qué estamos discutiendo.

—Los niños fueron invitados a una fiesta de disfraces y te recuerdo que es una fiesta de tu comando —coloca su índice en mi pecho.

—Cuando se propuso la fiesta evidentemente solo iríamos tú y yo, que los niños vinieran con nosotros, no estaba planeado.

—Pero quiero que lo hagan, quiero que vengan con nosotros.

—Nyari.

—Quieren salir —recalca—, no vinieron a estar encerrados.

—Sus vacaciones no deberían ser con nosotros.

—No son vacaciones, solo es un fin de semana.

—Maya no avisó que vendrían.

—Lo hizo Aloy.

—¿Por qué te dejan está responsabilidad a ti?

—Ethan —Nyari se acerca a mí—, no discutamos, quiero que tú, Ostin y Mikel, vengan conmigo a la fiesta.

—¿Qué gano? —digo mirándola y ella se pone de puntillas y besa mis labios.

—¿Qué es lo que quieres? —masculla mientras me da un beso.

—A ti —la sujeto de la cintura y la pego a la pared.

—A mí ya me tienes.

—Ya tenía planes para ti y para mí —revelo— y no tenía contemplado a los niños.

—Pero ya están aquí Ethan.

—Lo sé.

—Hablaré con ellos —ella retrocede un paso y pasa por mi derecha para ir y hablar con los niños.

—Nyari —sujeto su mano y la atraigo de nuevo a mis brazos—, iremos a esa tonta fiesta.

—¡Lo dices en serio! —a Nyari le brillan los ojos de inmediato.

—Los mocosos no son los únicos que quieren ir —Nyari también quiere hacerlo.

—Eres un lindo —me llena el rostro con besos y tiene una gran sonrisa en su rostro, una sonrisa que disfruto mucho ver en ella.

—Tendrás que pensar en algo para recompensarme.

—Creo que ya tengo algo en mente —menciona con voz picaresca.

Ethan: El Peso de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora