CAPÍTULO 19

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Ethan

Ayer regresé con Nyari al pent-house.

—Dragona —digo y gira a mirarme.

—Hum.

—Ven —estiro mi brazo y ella toma mi mano— ¿Quiero hacerte una pregunta?

Quiero hacerlo antes de que iniciemos con la mudanza.

—¿Qué es lo que quieres preguntarme?

—¿Quieres que compremos una casa?

—¿Una casa?

—Ujum —digo—, se sentirá más como un hogar que el pent-house —Nyari me sonríe.

—¿Estarías dispuesto a mudarte y dejar el pent-house?

—No estoy atado a cosas materiales.

—No es necesario.

—¿Por qué?

—Porque tú lo dijiste, eres mi hogar, eres mi familia y para mí eso es lo más importante.

—Mi novia esposa es una mujer única.

—Es bueno que sepas valorar lo que tienes.

Ambos observamos la mudanza, ordené que hombres del edificio se encarguen de todo.

—No te molesta —pregunta Nyari viendo cómo acomodan sus pertenencias, incluso he acondicionado una habitación para que la use de estudio, es un lugar independiente al cuarto dónde dibuja.

—Lo disfruto mucho —la abrazo y hago que me mire dejando un beso en su mejilla—, Soy muy feliz —confieso dejando un beso en sus labios.

—Me va a dar un ataque de felicidad —me abraza y deja su rostro en mi pecho.

—No llores —digo.

—¿Cómo lo sabes si no me estás mirando?

—Porque sé lo sentimental que eres.

—Pero lloro de felicidad.

—Lo dejaré pasar en ese caso.

Cosas de Nyari siguen entrando al pent-house.

—Esto es lo que debimos hacer hace mucho tiempo —comento.

—Prácticamente vivíamos juntos —bromeamos.

—Pero ahora es de forma oficial.

—Se nos fue de las manos y me gustó el resultado —habla Nyari mirando como va quedando el lugar.

Voy por una copa de vino.

Nyari está en la habitación viendo cómo quedó nuestro closet con nuestras pertenencias, creo que tendremos que ampliarlo.

—¿Qué significa? —dice desde el armario.

—¿Qué significa que? —digo entrando y tiene en sus manos el uniforme de Sol Nocturno—, ¿quieres saberlo?

Me acerco a ella y la abrazo por la espalda, asiente con la cabeza y sus manos tocan el sol bordado con hilo dorado en el costado del hombro.

—Sol nocturno.

—¿Sol nocturno? —gira su cuello y me mira—, espera.

—¿Los conoces?

—No, pero Denzel me habló de ellos.

—¿Qué te dijo?

—Dijo que rondaban alrededor de mí.

—Te protegen —corrijo.

Ethan: El Peso de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora