CAPÍTULO 21

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Ethan

Nyari se ha quedado dormida, hace minutos me contó quien era su padre y el hecho de que, si tiene un hermano, pero no es Liam.

Hermano que hace poco llegó a Londres, Balderick Kenneth.

Algo que me impactó mucho, pero ahora entiendo que Nyari cada vez que hablaba de su hermano, lo hacía de una forma en la que expresaba lo mucho que lo aprecia, pero cuando hablaba de Liam, transmitía todo lo contrario.

Hablaba de dos personas diferentes y fue algo que no percibí del todo.

Nyari es una mujer que no dice mentiras, pero si verdades a medias.

Sigue durmiendo y yo la observo dormir.

Nyari es una Kenneth, es algo que ya sospechaba, pero no creí que realmente fuera verdad, solo fue una suposición.

Ahora entiendo porque el parecido cuando me encontré con Balderick hace días.

Encuentro del que Nyari aún no sabe.

La envuelvo en mis brazos, a mí no me importa lo que ocurrió en el pasado o la forma en que nuestras familias están involucradas.

Ella es la mujer que AMO.

Dejo un beso en su frente y me acomodo para dormir con ella.

Cuando me reveló su situación familiar no supe cómo reaccionar, no quería alejarme, pero mi cuerpo actuó por sí solo, aunque ni siquiera pude poner un pie en el ascensor.

No podía dejarla sola, no cuando ella estaba tan emocionada por contarme sobre su padre y hermano.

Ella en una ocasión dijo que su padre era su villano, un hombre que siempre la protegió y amó, era su pequeña, pero una buena persona con el resto, no era.

Nyari es una mujer que sabe muy bien usar sus cartas y sabe cómo jugar.

Aún recuerdo cuando dijo que perdió sin saber que estaba jugando, pero ahora el juego ha cambiado.

Me quedo dormido a su lado, no sin antes pensar en lo que reveló sobre el origen de Liam.

—Abre los ojitos —escucho decir a Nyari mientras abro mis ojos, ella reparte besos por mi rostro, acto que provoca una sonrisa en mis labios—, preparé el desayuno.

Deja un beso en mis labios y termino de abrir los ojos.

—Esa es la forma en que debes despertarme todos los días.

—Tendrás que pagarme por ello —dice con una voz de seriedad, pero con una sonrisa en su rostro.

—¿Le pretendes cobrarle a tu novio esposo?

—Sí —dice con cinismo y me alegra que vuelva a su humor de siempre. No quiero que piense en lo que hablamos sobre el pasado.

Giro y mi cuerpo y quedo sobre el de ella.

Beso sus labios y mis manos recorren su cuerpo. Nyari corresponde mis caricias y mis besos. Nuestra respiración comienza a acelerarse.

—Amor —dice deteniendo mis intenciones y sé que lo hace porque aún no usamos algún método anticonceptivo.

—¿Qué te parece si cambiamos el concepto del condón? —digo.

—¿De qué hablas?

—Ambos queremos tener intimidad.

—Eso es evidente —menciona ella sonriente.

—¿Qué te parece si usamos condón? —digo y ella me mira—, pero sin que pienses nada innecesario.

Ethan: El Peso de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora