CAPÍTULO 16

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Nyari

—¿Qué ocurre? ¿Por qué esa expresión? —habla Ethan. 

—Hice una llamada y...

—¿Son problemas? 

—No podría llamarlo de esa forma.

—Son problemas —afirma Ethan mirándome.

—Tenemos que hablarlo.

—Entonces no hablemos sobre eso ahora.

—Pero Ethan...

—No hablemos —me abraza y besa mis labios.

—¿Por qué no quieres hablar? —pregunto, Ethan no es de las personas que evade temas. 

—Porque quiero disfrutar de este momento.

—No puedes evitarlo por siempre —comento y lo abrazo. 

—No lo evito —aclara—, pero este lugar me gusta y el clima es muy bueno.

—De acuerdo —digo—, dejaré que disfrutes del momento.

—Quiero que lo hagas conmigo —su mano pellizca suavemente mi mejilla.

—Claro que lo hago y mucho —digo y Ethan vuelve a besar mis labios.

Ambos nos sentamos en la arena quedando mi espalda pegada a su pecho y sus piernas por cada lado de las mías. Él tiene una rodilla inclinada y nuestros pies son tocados por las olas que vienen y van y el sonido de las olas es magnífico.

Ethan tiene sus manos en mi abdomen y deja un beso en mi cuello.

—Nyari —menciona después de un buen rato, ya es de noche y el mar sigue siendo hermoso—, tengo que decirte algo.

—¿Qué quieres decirme? —digo mientras juego con mis pies en las olas, sin embargo, tengo unos calcetines puestos.

—En la noche del evento —habla y sigo jugando.

—¿Qué pasa con esa noche?

—Una mujer se acercó a mis padres y a mí —suelta y dejo de jugar para poner atención a lo que dice— diciendo que su nombre era Ana.

Giro mi cabeza para mirar a Ethan de inmediato por el nombre que ha mencionado.

—¿Qu-ué? —me alejo un poco y giro a mirarlo con todo mi cuerpo—, entonces si vo-olvió —digo analizando de nuevo todo lo que ha pasado.

—¿Quién es exactamente Ana Dolunay? —cuestiona Ethan. 

—Es la hermana mayor de Maya y Aloy.

—Creí que Aloy era la única hermana de Maya.

—No se habla de Ana desde hace muchos años.

—¿Por qué?

—Morgana la exilió.

—¿Morgana exilió a su propia nieta? —pregunta y hace que recargue mi espalda en su pierna que tiene inclinada para que lo mire.

—Sí.

—¿Eso no fracturó la relación de Ágata con Morgana o Maya? —pregunta Ethan un poco curioso. 

—Maya no sabe que fue expulsada.

—¿Por qué?

—Morgana consideró que era lo mejor para Maya en esa época por ser una niña.

—Pero ya es una adulta —recalca Ethan. 

—En ocasiones me cuesta mucho entender cómo piensan las personas —comento—, al menos en algunos casos.

Ethan: El Peso de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora