CAPÍTULO 50

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NOTA IMPORTANTE

Este capítulo es una versión extendida del capítulo 50, he añadido algunas escenas que eran necesarias y las cuales darán paso al capítulo final, por lo que para entender algunas cuestiones del capítulo final deberán leer esta versión. 

Ethan

Comienzo abrir lentamente los ojos, escucho la voz de mi mujer, giro y está sentada en la cama, aun usa su pijama.

Tiene su laptop encendida, Nyari me mira y sonríe.

—Buenos días.

—¿Ya despertó mi tío? —escucho la voz de Ostin. Nyari está en videollamada con Ostin y Mikel.

—Buenos días —digo, me muevo y quedo sentado a su lado, dejo un beso en su mejilla.

—Llaman por los obsequios que enviamos —menciona mi esposa—, pero no solo para ello, también para reclamarnos por no haberlos invitado como lo hicimos con Maya.

Tío ¿Por qué no nos saludas también a nosotros? —reclama Ostin.

—Buenos días —digo mirando la pantalla.

Duermes demasiado —comenta Mikel.

Veo la hora en la pantalla y son las 6:05 a.m., pero claro, con la diferencia horaria, creen que me he despertado tarde.

Tío, crees que enviando regalos los perdonaremos —reclama Ostin.

—Ya les expliqué —reitera Nyari—, que era un evento para adultos y no para niños.

—Yo no soy un niño, ya estoy grande, cumpliré 4 años —pone sus cuatro dedos en la pantalla.

—Ya que no aprecian los regalos, le diré a su mamá que los envíe de vuelta.

Tía, tampoco estamos muy enojados, no es así hermano —habla Ostin hacia Mikel.

No estamos enojados, solo llamamos para decir que nos gustaron mucho los obsequios.

—Por supuesto —habla Nyari—, voy a fingir que creemos en su palabra.

—Tenemos que colgar, mamá nos llama para comer —habla Mikel.

Cuelgan la llamada, Nyari gira y besa mis labios, un beso que correspondo sin dudar, separamos nuestros labios

—Aún tengo sueño —Nyari se acuesta y se cubre con las sábanas.

—¿Llamaron muy temprano? —me recuesto y la abrazo, Nyari deja de cubrir su rostro y asiente con la cabeza y sus hermosos ojos me miran—, en ese caso, cierra tus ojitos y duerme.

—¿Irás al comando hoy? —pregunta Nyari.

—No.

—¿Qué haremos hoy?, Amor.

—¿Qué quieres que hagamos?

—Hoy quiero dormir hasta tarde.

—Entonces durmamos —digo, Nyari gira y me abraza. Cierro los ojos para dormir.

—Ethan —habla Nyari con seriedad—, quiero que iniciemos los preparativos de la boda.

Abro los ojos y miro a mi esposa y prometida.

—Creí que querías que tu abuela estuviera presente —digo mirándola.

—Tú dijiste que mi abuela podría no ser la persona que yo espero y quizá no debemos posponer los sucesos de nuestra vida por algo incierto.

Ethan: El Peso de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora