CAPÍTULO 27

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Ethan

Balderick acaba de decir que las familias restantes están aquí, en Londres.

—¿Te refieres a la familia Dumont, Becker, Mihai y Jacobsen? —mascullo.

Y Balderick revisa su auto rodeándolo, al parecer toca unos cables, que parecen estar conectados a una bomba.

—Para ser exactos, es obra de la familia Becker.

—¿Por qué decir entonces las familias restantes? —cuestiono y Balderick sigue revisando su auto.

—Porque mi radar detectó llegar a la familia Dumont en la madrugada de ayer y Mihai ayer, pero por la noche y hace unos minutos la familia Jacobsen y como puedes ver la familia Becker acaba de manifestar su presencia en Londres.

—No puedes seguir quedándote aquí —habla Nyari hacia su hermano.

—Lo sé —responde el hermano y desactiva los explosivos, de una forma muy natural.

—Balderick hablo en serio —dice Nyari reprendiendo a su hermano.

—No te preocupes, mejor dime ¿Dónde está lo que querías que revisara? —pregunta Balderick relajado.

—Aquí —Nyari le muestra la memoria.

—Bien, lo revisaré.

Todos vamos a la base de armamento y ahí Balderick revisa la información que contiene la memoria.

—¿De dónde obtuvieron la memoria? —pregunta Balderick.

—Del excapitán Dilan —responde Nyari. 

—Entiendo.

La información en esa memoria será de mucha utilidad, eso es algo que los presentes podemos ver a simple vista.

Balderick me entrega de vuelta la memoria y un nuevo sistema para poder usarlo, uno diverso al de Athara y al del comando.

—Balderick —dice Nyari hacia su mellizo antes de que nos marchemos.

—Sí —dice Balderick—, buscaré un lugar nuevo para quedarme. No te preocupes por ello.

—No me obligues a usar medidas extremas —sentencia Nyari.

—Hermana, no me amenaces.

—No estoy jugando —dice Nyari.

—Ya entendí —habla Balderick—, buscaré un lugar lo antes posible.

—Bien.

Se despiden y Nyari va al comando.

Como le dije a Nyari anoche, iré a ver a mi madre, por ello ambos tomamos caminos diferentes

Conduzco hacia la casa de mis padres, entro a la casa y a la primera persona que veo es a Elliot.

—¿Cómo está? —pregunto hacia mi padre— ¿Se molestó contigo?

—Hubiera preferido que lo hiciera, pero no dijo nada.

—¿Dónde está? —pregunto.

—Ethan —dice Elliot y veo a mi madre con...

—Que carajo.

Mi madre se acerca junto a...

—Ethan, cuanto has crecido —habla la mujer.

—Cristin —digo.

—Ya no soy tu tía, ahora solo Cristin —dice la viuda de mi tío.

—¿Qué haces aquí? —pregunto.

Ethan: El Peso de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora