Ethan: El Peso de la Sangre

CAPÍTULO 22

Nyari

Ethan le reveló a Balderick de golpe que estamos casados, no me molesta, pero en consecuencia debo lidiar con mi hermano quien está sumamente molesto.

Y ahora Balderick me lleva en su hombro.

—Bájame —ordeno, pero no lo hace—, Balderick, quiero bajar —digo y él me baja.

—Me explicas —Balderick me bajó y habla con seriedad— ¿Qué es lo que está pasando? ¿Ethan Morrison? —dice mirándome—, Nyari ¿Un Morrison?

—Pensaba explicarte todo a detalle —explico.

—¿Es cierto? —pregunta con seriedad— ¿Están casados? —la mirada en su rostro es algo que no logro explicar, pero que entiendo muy bien.

—Sí —respondo—, estamos casados.

Revelo y mi hermano se queda en silencio asimilando la realidad.

—Hoy iba a contártelo.

Hoy iba a contarle mi relación con Ethan, pero mi novio esposo decidió hablar apresuradamente.

—Creo que es lo primero que debiste haberme contado cuando llegué.

—Intentaba buscar las palabras indicadas.

—Creo que no había palabras indicadas para decirlo y lo sabes.

—Tienes razón en ello y también tienes razón en que debí contártelo en cuanto llegaste.

—¿Te encariñaste con los Morrison? —pregunta mirándome fijamente.

—No son lo que nosotros creíamos —explico.

—¿Cómo son entonces? —cuestiona.

—Hubo muchas variables Balderick.

—Viniste aquí con un objetivo —menciona manteniendo un tono de voz neutral—, ahora lo desechas.

—No estoy desechando nada —dejo claro— ambos nos hemos esforzado demasiado por cumplir nuestro objetivo.

—Trato de entender —retrocede un paso— ¿Qué fue lo que ocurrió? —habla Balderick— Tengo la mente abierta, pero no puedo imaginar que estés casada con un Morrison.

—No fue algo que planeé, pero resultó de esta forma y no me arrepiento.

—Solo hay una cosa que le puede nublar el juicio a Nyari Kenneth Romanov, mi hermana.

—Balderick...

—Y es el AMOR.

—No voy a negarte que lo AMO.

—Cuando me llamaste y dijiste que viniera a Londres, te pregunté si el motivo tenía nombre, te lo vuelvo a preguntar ¿Tiene nombre? —pregunta mirándome directo a los ojos.

—Ya sabes la respuesta Balderick, tiene nombre y es Ethan Morrison, el hombre del que me enamoré.

—Sabes perfectamente que nunca he cuestionado tus métodos y tampoco tus decisiones, pero estoy muy confundido, creo que mucho ha cambiado.

—Y te explicaré que cambió y por qué —doy un paso hacia él.

—¿Realmente te enamoraste de él? —pregunta din dejar de mirarme a los ojos.

—Sí y mi juicio no se ha nublado, quiero que te des la oportunidad de conocerlo y a él le permitas conocerte.

—¿Le has contado de nuestros planes? —pregunta.

—Sabe que queremos la cabeza de todos los que estuvieron involucrados en la muerte de nuestros padres.

—Esa solo es una parte de lo que tenemos planeado —habla mi hermano.