Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.04

Madness.

Valtor.

Trasladaba la cabeza de arriba abajo, en círculos engullendo un poco más de lo que su boca le permite tragar y succionar.

Arcadas recreaba su garganta en cada descendida brusca en la que sumia su cabeza con mí mano, no me importaba si lloraba arriba de mí verga, quería sacarme esta sensación de necesidad a como de lugar.

No veía más halla de mí rabia y deseo, tenía un dolor latente en mí miembro, lo quiero arrancar de mí ser hasta no sentir nada más.

—Siento tus putos dientes y te mando a sacártelos.

Enrede mis dedos en su cabellera castaña obviando el agotamiento al no poder saciarme, me enfermaba la idea de perder contra esa maldita cria.

Las venas en el tallo se ensanchan cada que recuerdo su puto rostro de victoria al dejarme sin habla, esas palabras llenas de placer al soltarlas tan prontamente también me enervan. ¿Con que derecho me tratas como algo inferior?.

¿Quien se cree? ¡Quien putas es!.

Es solo una maldita cria que busca que le den atención, una maldita niñata caprichosa hija de papi.

Quiero asesinarla, volverla demente y deshacerme de su maldito cadáver de una vez por todas.

¡Que puto dolor de cabeza!.

—Señor, su hermano entro al Penthouse sin permiso.—Morris tocó la puerta despacio obligándome a salir de esos pensamientos que me tienen absorto en mi propio dolor. 

Mis oídos absorben los sonidos encharcados que recrea la boca de la sumisa medio muerta que no me genera ni un diez porciento de placer con las cosas que hace.

«Este también es un puto estorbo.»

—Largate, Berenis.

Me acomode el miembro como pude dentro del bóxer en donde la cabeza me palpitaba a como de lugar sin darme un descanso, subí la cremallera del pantalón y pase ese trago amargo por mí garganta.

Si no fuera porque es el puto niñito mimado de Ivar ya lo hubiera mandado a desaparecer. Que Mikayla sea un grano en el culo es mí problema, yo debo encargarme de ello más no el. Allerick no tiene que mezclarse con ella.

¿Desde cuándo? En qué maldito momento comenzó a carcomerme la mente estas sensaciones idiotas. No debe interesarme esto y aqui estoy pensando en cosas estúpidas.

Acomode mí traje azul observando que ninguna línea se haya dibujado en el, llevaba una clase de pacto con mí ser retorcido y era ocultar lo que soy debajo de camisas costosas o trajes que valen millones.

—Tal vez Brianda lo pueda complacer...

—Desaparece de mí maldita vista o te mando a picar por inútil.—Exclame molesto sin darle ni la más mínima mirada, me tiene harto.