Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.22

Un corazon sin sentimientos.

Mikayla.

Pensaba en lo ocurrido como si fuese una pesadilla de la cual ya desperté, no volveré a pensar en todo lo sucedido porque es seguir martirizándome a mi misma.

No necesito de el, jamás debí involucrarme con Valtor y el Karma me dio la razón una vez más.

El fingió que yo podía importarle aunque sea por un momento para recibir el placer que el quería, no por otro motivo.

Dolió... no mentiré que me sentí una estúpida al llegar y ver cómo se divertía con otras cuando yo estaba pasando un calvario. Pero esperar algo de alguien tan frio me vuelve una idiota, yo jamás debí haber ansiado nada.

Pero eso me hizo abrir los ojos.

—Señorita bonita ya debe salir de su habitación, no es una madriguera y tu no eres una ermitaña para encerrarte por un día allí dentro. Tienes trabajo por hacer.

Bianca tocaba a cada nada la puerta y yo no me decidía aún en abandonar mí lado de la cama, el que Argos me permite ocupar.

Está demaciado arisco este último tiempo y aún sigue curándose de sus quemaduras, por ello no lo molesto demaciado.

—¿Tu que dices bebé? ¿Debería irme?.—Acaricio su pelaje negro como la noche perdiendome en los ojos verdes que me aprecian bonito.

Ronronea como si fuera un gato común y corriente, rasco el pelaje y me gano mas de esos sonidos que son paz para mí mente.

No quiero abandonarle, estoy bien a su lado y me hace sentir mejor.

—Espero que estés viva.—Senti el golpe abrupto en la puerta, Argos salto de la cama y quedó sobre la morena que grita como una desgraciada.

—No le hagas nada, el solo te olfateara y verá que eres inofensiva.

Me les acerque a ambos rodeando a mí gato, si siente mí nerviosismo sería capas de arrancarle medio rostro a la siciliana.

—¿Porque tienes una pantera en tu habitación? ¿A caso estás demente?.—Chillaba bajo el cuerpo de Argos, este seguía oliendo su rostro y no la dejaba en paz.

—Хватит, возвращайся на свое место.

«Ya basta, vuelve a tu lugar.»

Demandé seria logrando que el felino se aparte y pueda ayudar a mí amiga, cómo dije, a estado arisco estos días y tal vez sea por el cambio de hábitat.

—¿Cómo haces para que no te coma cuando estás dormida?.

—Años de entrenamiento, cuando era niña me mordisqueaba los dedos de los pies... luego de algunas peleas y regaños de papá dejo de hacerlo.—Alce los hombros ignorando que el animal sigue observando a Bianca como si fuera su comida favorita.