Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.50

El duelo de un cuerpo vacío.

Malexa.

[18 de Diciembre.]

Corro por el pasillo intentando mantenerme cuerda mientras las luces parpadean a mi alrededor, procuro respirar y que el corazón no se me salga por la boca.

Él no llegó, me harté de esperarlo y la noche cayó junto con la llamada que me avisó sobre algo abismal que estaba por romperme en dos.

Tenía un mal presentimiento, las luces parpadeaban en el corredor frío en donde el hedor a desinfectante me envuelve y los escalofríos crecen.

Mis pasos resuenan, los mercenarios que ni conozco también me siguen y tal vez ellos.. tal vez estén corriendo en busca de Masón.

Llegué a la sala en donde una marea de personas uniformadas estaban caminando de aquí para allá, todos rodeaban a mí madre que tenía sangre en las manos. Cada persona que la rodeaba tenia algo de ese liquido en su cuerpo además de comportarse como si fueran a perder una extremidad pronto.

—¿Qué sucedió? ¿Tú?.. ¿Estás bien?.

Caí de rodillas frente a ella acunando su rostro en mis manos, era tanta la sangre que hasta su atuendo estaba empapado.

—Keren..—Susurro.—tu padre intentó huir de ellos pero comenzaron a salir desde las piedras y fueron abatidos rápidamente.

Las lágrimas la rompieron más que a mí que no sé cómo sentirme, me siento inhibida de mis expresiones.

—¿Está muerto?.—Pregunte algo pérdida.

—Al parecer intentaron entrar en la fortaleza Moore, creyeron que Leah Black estaba en la casa ya que se divulgó por todo el bajo mundo que nuestro clan la tenía.. su hermana vino con demasiadas personas—Exclamo un servidor del padre de Mason.—Violet Black abatió a muchos pero pudimos controlar la situación solo que su padre intentó proteger a su madre cuando el fuego cruzado inicio.

Todos se inclinaron frente a mí dándome las pertenencias de papá, todo estaba en una bolsa transparente y las manchas de sangre me untaron los dedos.

No lo podía asimilar.. esto no está pasando.

Deje las cosas de lado limpiándome las rodillas apenas escucho que las ruedas de una camilla inician a andar en el pasillo acercándose lentamente a nosotros.

Trasladan el cuerpo a la morgue.. tenía una túnica blanca cubriéndolo y no podía ver su rostro, nada de lo es o era él lo podía ver porque ellas me negaban ese derecho.

—Sera mejor que no lo vea.—El mercenario intento apartarme.

Me cubrió con sus brazos en el momento en que mis piernas se sintieron débiles y es ahí el punto de locura.