Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.30

El callejón de las almas perdidas.

Mikayla.

Su olor a perfume dulce y varonil acaricia mí nariz al igual que su calor envuelve mí cuerpo o así lo creí hasta encontrar demasiado pelo en aquella anatomia.

Procuro abrir los ojos ante la bola de pelaje negro que me olfatea el rostro con su nariz mojada que me hurga las mejillas como si intentara pedirme algo, era un Akita, uno demasiado grande que posiblemente podría matarme si lo pongo nervioso.

Me recuesto de lado observando que hace lo mismo, me copia la postura pegando su nariz que tiene una manchita rosada en la punta, se arrastra por la cama hundiendo las patas  al lado de mi rostro pidiendo que lo tocará.

Peino el pelaje oscuro y pesado con mis dedos haciéndolo despacio viendo como mis dedos se pierden entre la cortina negra que lo hace ver como si fuera una pesadilla de algodón, hago todo sin poner nervioso al animal que sigue apretando su nariz mojada en mí mejilla.

El sonido de algo agudo lo pone alerta de un momento a otro logrando que se baje de la cama y salga disparado a dónde lo llaman.

No me permitió ver su nombre ni tampoco despedirme, solo se fue dejando el lugar a mí lado vacío y lleno de pelos.

Miro a mí alrededor buscando al hombre poco amigable que dice ser dueño de este lugar y el tampoco está aquí.

¿En donde estará?.

Saco los pies de la cama chocando con las bolsas rojas que tienen letras doradas y es ropa de diseñador, bragas y zapatos lo que me encuentro.

El reloj dorado que no es mío me marca la hora de algo y recuerdo que debía haberle dado esto a su dueño, solo que no encontré la ocasión.

Valtor ayer estaba demasiado arisco, tanto que no logré controlar su ser en varios aspectos pero al final del día pudo ceder un poco. Aunque deduzco que solo habrá durado minutos el acercamiento de anoche, una vez dormida debió haberme lanzado sobre esta cama dejándome sola.

<<Intente dormir, solo que los recuerdos no me dejaban.>>

Apresuró el paso saliendo de la habitación al pasillo viendo que la sala está llena de Vory y otros sujetos que no se ven amigables, la piel me duele en cada paso pero lo ignoro bajando las escaleras buscándolo a el entre el gentío.

Cruzo miradas con Varlam y este sacude la cabeza pidiéndome que me devuelva inmediatamente a la habitación, claramente no le aré caso.

Di un traspié en el ultimo escalón que llamo la atención de aquellos vory como también de los pandilleros, poco a poco tenia a Oslo como a Misha a mi lado haciendo un tipo de anillo de seguridad pero eso no detuvo las miradas llenas de morbo que se acentuaban en mi cuerpo.

—No te muestres tan desvergonzadamente en un lugar en donde los hombres toman todo lo que quieren a su placer, las prostitutas del bajo mundo tienen más respeto por sus cuerpos que tu.—Un sujeto que ni conozco me toma del brazo sacándome entre los vory de una mala manera.