Capitulo.34

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||Consejito de la Autora LEAN HASTA EL FINAL

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||Consejito de la Autora LEAN HASTA EL FINAL.||

Voy a protegerte hasta que mi alma muera con la tuya.

Mikayla

Las caderas me duelen tanto como los glúteos, para ser una persona que acababa de sufrir un micro infarto tiene una resistencia inquebrantable si se trata de follar como una bestia.

Abro los ojos considerando que aun es temprano y que no quiero levantarme luego de haber sido arrollada por este animal que ahora descansa con el rostro entre mis tetas.

Deslizo los dedos entre su cabello castaño acariciando las hebras sedosas que le adornan la cabeza, no recibo señales de que este vivo por un segundo y luego siento el calor de su exhalación en el valle de mis senos.

Sus brazos pesados rodean me cintura cerrando las manos detrás de mi espalda, justo a la altura en donde comienzan mis glúteos.

Valtor estaba tan exhausto que al recostarse se quedo fusilado y no le costo nada quedarse dormido, tal vez sea por mi culpa pero soy débil cuando me habla bonito y fui una victima de su labia.

Mi estomago se siente vacío luego de un rato y la luz que entra por las cortinas grises me esta asesinando las retinas, miro mi reloj y la mañana se esta desvaneciendo.

<<Aunque debería dejar que duerma un poco mas.>>

Lentamente me deslizo fuera de la cama tratando de no despertar a la bestia que sigue medio muerta entre las sabanas blancas, corro hacia el cuarto de baño a asearme antes de bajar a la cocina y lo que tardo dentro no despierta al ser que aun respira.

En punta de pies y con la pijama puesta salgo sin hacer el mínimo ruido, cierro la puerta detrás de mi viendo la inmensa casa que tiene y lo fría que se siente por las mañanas.

Descalza bajo las escaleras oyendo crujidos que vienen de la cocina y la puerta entre abierta me deja ver tres colas peludas que se mueven de un lado al otro.

Trato de verme amigable apenas me presento frente a los perros que comen de sus grandes platos, los tres paran de masticar sus croquetas al verme en su radar y uno de ellos ya me conoce.

Es el Akita de pelaje negro que estaba sobre la cama la otra vez y el mismo viene a olfatearme los nudillos antes de babearme el resto de la mano, sus hermanos son mas ariscos, los otros dos me gruñen apenas me les acerco.

—Soy inofensiva.—Respondo al sentarme en el suelo.

Tenia al de pelaje negro frente a mi con su hocico en mis mejillas y los otros dos no me determinan, siguen gruñéndome.

Acaricio el pelaje del que si me quiere bajando las manos a la placa que tiene su nombre escrito y se llama Killer.

—Eres demasiado dulce para llamarte de esa manera.

Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora