Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.41

Confrontaciones inesperadas.

Mikayla.

Un rayo de sol me esta calcinando el rostro a tal grado que debo voltearme sobre mi cuerpo tratando de huir de el, aunque me encuentro con algo acolchonado y esponjoso que jadea sobre mi rostro tan repentinamente.

Los jadeos vienen con llantitos agudos que están combinados con desespero al mojarme las mejillas y acabo despertando por las malas en donde me encuentro con una bola de pelos negra que reconozco bien.

<<¿Qué hace aquí?.>>

Acaricio su pelaje mermándole a la insistencia que tiene y no se porque es que llora tanto, no recuerdo haberlo traído a mi casa ¿Qué paso?.

Me incorporo tratando se sentarme pero el mareo me aborda y un ruido de algo romperse en la sala me lleva a levantarme por las malas.

Killer baja de la cama al suelo en donde miles de plumas me acarician los pies y la tela de mis cortinas estaba destrozada, ya veo porque el sol estaba calcinándome tan temprano.

—¿Tu tienes la culpa de esto?.—Lo veo por un momento intentando saber que es un sueño o la realidad.

¿Me robe los perros de Valtor? No recuerdo nada.

Salgo de la habitación con el cachorro que me golpetea las piernas queriendo caminar en medio de ellas, no se si quiere protegerme de algo o llevarme de bruces al suelo.

El ruido de cosas desgarrarse inicia a ser mas fuerte y los ladridos me retumban en la cabeza incrementando el dolor que siento en ella.

Llego al inicio de la escalera con Killer empujando mis piernas y teniendo a otros tres perros abajo en la sala en donde pelean entre si y también rompen mi sofá...

<<Dios.>>

Kraken estaba creando un agujero en el cuero de sofá entrando y saliendo por el mientras Caos jugaba con Tormentita sobre el relleno de lo que acababan de romper.

Bueno.. al menos no están arrancándose los pedazos y Tormentita salió de su habitación luego de días en donde no quería comer.

Lo trajeron aquí cuando se recupero del todo pero no se sentía cómodo y paso días encerrado en la habitación continua a la de Argos al cual se tuvieron que llevar a Sicilia porque quería cenarse al lobo.

—¡No te comas eso!.—Le grite a Kraken que se estaba tragando el relleno del sofá.

Intento correr hacia el pero acabo persiguiéndolo por toda la sala en donde los otros tres se le acoplan, los cuatro ahora eran un dolor de cabeza que rompían todo, ladraban y jugaban bruto.

Estoy lidiando con tres copias de Valtor y un animal salvaje que hace días atrás era una ternurita, no se que le sucedió.

<<Son una mala influencia.>>