Capitulo.44

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Piezas faltantes

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Piezas faltantes.

Mikayla.

Pase una noche extraña y eterna en donde no me sentía completa, algo me faltaba pero aun no logro saber que es lo que perdí o lo que realmente busco. Viví una oscura madrugada siendo alumbrada por un ápice de luz blanca pensando en el coronel y si aun sigue en una pieza.

Se que papá le advirtió que no se metiera en mi habitación y lo dejo en el cuarto de huéspedes que este del otro lado de la casa pero no lo oí en toda la madrugada, tampoco un texto o una llamada... absolutamente nada.

No creo que el haya acecinado a Valtor.. hasta parecían mas cercanos luego de haber hablado en el bosque, creí que papá lo aventaría por algún acantilado pero extrañamente ambos volvieron sanos y a salvo.

Observo detenidamente las cortinas de mi ventanal que están hacia un costado dejándole un lado abierto en donde Argos descansa por las mañanas, el calor dentro de la habitación algunas veces lo pone arisco y le toca dormir allí para refrescarse.

Volteo acurrucándome en un lado de la cama en donde pueda verlo desde mi puesto pero solo aprecio como mueve la cola de aquí para allá como si el estuviera viendo a alguien a quien le agrade, el ronroneo previo a desaparecer es extraño, se oían quejas silenciosas hasta que algo cayo dentro.

Fue algo duro que se azoto sobre el tapete e hizo que prácticamente toda la habitación vibre...

—Me rindo.. yo también te extrañe.—Expreso una voz tersa que intentaba sonar dulce al responder a esos ronroneos.

Valtor estaba sobre el suelo con Argos encima del pecho fregandole su rostro contra el del coronel, se veía mas amigable con el que con toda la casa y a veces me es extraño el cariño que el gato tiene con el, muchas veces los he visto de esa manera, los dos jugaban como si nada mientras a mi me va a dar un colapso.

<<Mi padre fue claro ayer, dios me van a desheredar.>>

—¿Qué haces aquí? ¡Mi papá te va a matar!.

Procure que mi voz sea baja para no levantar sospechas pero lo dudo ya que el golpe que el se dio contra el suelo casi hizo temblar media casa.

—No lo creo—Me afirmo poniéndose de pie.—estaba con algunos asuntos matutinos... 

Su cuerpo se encontraba recuperado en un 50% ya que las vendas no ocupaban gran parte de su pecho, es mas, solo tiene parches blancos en los omoplatos y pocas heridas rosáceas que se curan demasiado bien.

No se ni porque lo estoy viendo.. debe ser el calor..

—¿Cómo hiciste para meterte aquí?.—Saque rápidamente los pies de la cama al verlo tan sudado como si hubiera echo ejercicio.

Me fui hacia el balcón viendo que nadie se haya asomado pero la mañana estaba tranquila, los mercenarios tampoco se encontraban de este lado de la casa y prácticamente nadie pudo haberlo visto.

Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora