capitulo.33

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Una tormenta perfecta

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Una tormenta perfecta.

Valtor

Los pasillos oscuros me absorben por completo nublando mi vista de todo el camino que tengo por delante, aspiro el hedor a sangre fusionada con pólvora, escucho como los casquillos caen sobre el suelo y vuelve recargar.

El entrar y salir de sus respiraciones pesadas cobran vida entre los corredores muertos que tienen una alfombra de piel, cabello y sangre coagulada.

Me acomodo el cabello cargando con el dolor en las costillas mas las heridas previas que me gane en el inicio, la sangre baja de mi frente bañándome el rostro de ese liquido rojizo a la vez que embadurna mi cigarro.

Saco el humo por la nariz avanzando con un cuchillo en la mano y en la otra un fusil de asalto, es pesado pero puedo maniobrarlo bien.

—Nos envuelve una tormenta perfecta ¿No crees?.—Me grita antes de desplazarse por el pasillo de una habitación a otra.

Los destellos de su arma alumbran su rostro cubierto de sangre y me voy contra un cimiento evadiendo las balas que caen en una lluvia, una pesada que no llega a darme.

—Elije—Le digo recargando el ultimo cargador en la AK.—una corona de rosas rojas, margaritas o claveles que digan "Vendedor de sangre" o "Hampón".

Su ultimo casquillo sale con un tiro que perfora el cimiento arriba de mi cabeza, la explosión me echo el polvillo encima y me obligo a moverme otra vez.

—Mejor ponme "domador de putas".

Arremetió otra vez con la lluvia de plomo que alumbro su posición con destellos anaranjados en medio de la penumbra, cuento cuantas balas caen al suelo y se impacta en el cimiento delante de mi y solo le quedan pocas para defenderse.

—No mueras tan estúpidamente Sergei, solo dame la localización de ese palacete y te dejare ir en paz con tus hijos—Gano tiempo cubriéndome la herida que sigue emanando sangre, tanteo el terreno y sigo.—Prometo dejar en una sola pieza a la mujer y a los crios, pero dame a ese viejo de Viktor Sergev.

—Tu puedes vender a tu familia... mas yo no.

La ultima descarga sale sobre otro cimiento logrando que el techo colapse entre ambos, el polvillo me atormenta la nariz como tambien el escombro que no me permite avanzar mas a su puesto.

Ambos estamos mas que heridos, solo estamos ganando tiempo para recuperar fuerza y salir con vida de este lugar.

—¿No? Entonces dejaras que profanen el cuerpo de tu hija, que un clan de Kryshas que desean clavarse en algo ya sea vivo o muerto la mancille a tan corta edad.—Sujeto un escombro lanzándolo hacia su puesto.

La piedra cae junto a unos pasos suyos y la algarabía que suelta de balas me ensordece al tenerlo tan cerca, esta del otro lado dentro de una habitación.

Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora