Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capitulo.48

[Les recomiendo escuchar la canción a lo largo del capitulo y saquen sus pañuelitos]

[17 de Diciembre.]

La sonata de un alma acecinada.

Masón.

El cielo extrañamente resplandece para mí, el celeste y el gris predomina sobre mí cabeza pero está vez no es el humo del tabaco. Mi alma se encoge o engrandece dependiendo de la fortaleza con que afronto en cada situación al igual que hoy el cielo me guía recordándome a mi otra mitad por la cual sigo de pie.

Las nubes que se agrupan cubriendo el sol el cual estaba calcinándome.

Me deshice de la chaqueta apretando el cigarrillo con los labios antes de colocar el cuero sobre una mesa en donde almaceno todo tipo de herramientas cubiertas de sangre.

Eché el humo, le di otra calada y así lo repetí una tras otra.

Analizo el panorama percibiendo como las gotas de sangre aterrizan un poco sobre mí rostro, un tráiler hermoso de una tortura sádica se reproduce frente a mí.

Juego con el cuchillo, la punta me quita sangre pero no duele y el humo me envuelve haciendo de este el décimo cigarrillo en la mañana.

—Piedad.—Chillo la rata.

Hice oídos sordos mandando a que muevan la camioneta un poco más.

Ate sus brazos y piernas a cuatro vehículos diferentes que ahora se pusieron en marcha, ya uno murió, solo falta el otro.

—¡Le diré! Hablaré.—Persiste y sus gritos agrandan el dolor de cabeza.

No hice caso, di por aceptado que ellos solo quieren ganar tiempo para no morir y dejé que las camionetas le rompieran las extremidades.

Fue un momento fugaz en donde todo se despellejo, los brazos, las piernas, casi ató su cabeza también pero no tengo tiempo para ello.

En fin, otro muerto más.

—¿Tienen a Brendan?.—Increpó, encendí el otro cigarro y ellos asintieron.

Pasé toda la noche a la intemperie buscando a los causantes de todo esto y encontré a más de la mitad.

Aunque Violet se me escapó.

Los mercenarios contratados, personas de la prensa.. todos murieron bajo mis manos torturas.

No pude pegar un ojo sin tener ese mal recuerdo en mí cabeza y creí que iba a perderlo todo, en verdad lo pensé.

Fue horrible lo que viví, ella estaba muriéndose en mis brazos y no pude hacer nada... Soy su hermano mayor y no pude hacer algo. La vi apagarse lentamente con la preocupación encendida en sus ojos, se que pensaba, tenia miedo y yo no pude revertirlo.