El amor es un contrato.
Mikayla.
La cabeza me duele y un enorme zumbido se apodera de mis oídos apenas parpadeo un par de veces.
Esa luz fría y el aura de iceberg me da escalofríos, el ambiente es aterrador.
Me muevo sobre la superficie y el tintineo comienza a la vez que traslado el pie hasta juntarlo con el otro.
Siempre me acurrucó en el centro de la cama esperando que Argos venga a calentarme, pero ahora nadie llega.
Algo molesta, la nuca me duele, el olor a tabaco inicia más ese otro aroma a alcohol puro.
—Despertaste.—Su voz ronca me causa escalofríos.
Los latidos de mí corazón se enloquecen cuando todo a mí alrededor está oscuro y lo único que veo es el mini sofá que está a mí lado. La lámpara le alumbra el torso descubierto lleno de cicatrices y tiene algunas manchas de sangre.
El estaba sentado con su pierna larga sobre la otra, un puro en la mano y un vaso de alcohol en la otra, lo único que refleja la luz del foco es el destello de esa mirada de asecino que me eriza los bellos.
Quiero escapar, procuro hacerlo pero apenas retracto mi pierna algo tira.
Descubro mis muslos hallando el grillete que rodea mi tobillo y los grandes eslabones que se unen a la pata de la cama.
—Más de una vez pensé en hacerlo—Exclamo echando más humo sobre su cabeza.—En atarte a una cama, dejarte en abstinencia y luego venir a saciarme las veces que quiera.
La dureza que tomo su voz es alarmante, detonaba rabia por los poros y esa mirada me causa temor.
—Esto no es un juego...
—Claro que no, yo te dije que te ataría a mí si sigues jodiendome los instintos y no me hiciste caso.—Se río, la carcajada sínica hizo que mí corazón de un vuelco.
—Te dejare en paz.—Mi anatomía tiembla a penas vi como se levantó de su puesto.
Esa aura peligrosa que emana me genera escalofríos, quiero ver sus ojos pero tiene el rostro desmoronado, el Valtor que veo ahora da miedo.
—Me jodiste, no me dejaras en paz—La crudeza de sus palabras no las podía asumir.—¿Crees que irte a acostar con otro es dejarme en paz? Hiciste algo que me llevo a estos extremos ahora dime cómo lo pagarás.
Observe cada parte de mí cuerpo como si sus alegatos quisieran decir algo, se que me está dando información o es lo que mí mente cree.
El grillete seguía allí, los muslos desnudos, los brazos amorotonados...
"Z A R" entre medio de mis tetas.
No, no, no puede ser posible.. no pudo, el no debió.
Me marco, me hizo parte de su clan... ¡Me jodió!.
ESTÁS LEYENDO
Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.
AcciónItalia es la cuna de las mafias más poderosas y letales a nivel mundial, mí isla, es mí maldito hogar además de mí condena. Pero jamás mí perdición porque ese título se lo ganó el hombre de ojos vacíos al que todos llaman Coronel, Valtor Prescot...