Capitulo.38

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Mírame arder

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Mírame arder.

Valtor.

La sudoración que baja de mi frente y nuca me empapa el resto del cuerpo a la hora de subir las toneladas de peso, llevo aquí toda la mañana esperando por noticias buenas y no alguna idiotez.

Por ahora estoy incomunicado solo porque Douglas estuvo perforándome los putos tímpanos, esta peor que una cacatúa anciana que no deja de repetir las mismas palabras por minuto.

Sujeto la barra con ambas manos bajándola a la altura de mi pecho en lo que los bloques que son el triple de mi peso suben, las heridas de la espalda me tiran, los brazos los tengo desechos por pelear toda la noche.

Comienzo a creer que los músculos se me van a explotar pero me mantengo firme en la tortura que me va a permitir descansar, no dormí tan solo una hora desde que llegue aquí, lo intente pero no consuelo ese sueño que me lleva a verla.

Soy patético.

Los guantes impregnados de sangre gotean y me aferro a la barra para no perder la estabilidad por culpa de la humedad, la cabeza me esta por estallar y mi temperatura no ayuda en nada.

—Joven amo—Morris toca a la puerta.—Ya es de día, tiene que consumir sus nuevos suplementos y debe desayunar.

Ignoro que me habla siguiendo con lo mío que es ejercitarme para caer rendido.

Fijo los ojos en el ventanal que tengo en frente y este me permite ver los edificios vecinos que tienen muchos balcones.

Como un mal chiste noto que el cielo que ayer era de un color negro ahora es celeste, de ese tono claro que solo lo encuentras en el mar o en sus ojos..

«Es una maldición.»

—Joven amo, por favor abra.—Persiste tocando mas duro.

Aumento la melodía de la canción de Rammstein y Engel retumba sobre los vidrios que inician a vibrar apagando los pedidos de Morris.

Me sumí en mi propia cárcel planeando, pensando y guardando silencio para que cuando me toque salir vea los trozos de carne que voy a vender al mercado negro.

Los Sergev van a ser los primeros en caer.

Ya mande por mi armamento y aun sigo esperando noticias de los Kryshas, el silencio suyo no me gusta aunque se que es mi ansiedad el que me tiene queriendo controlarlo todo.

Perdi demasiado tiempo estos días que estuve fuera de si, aun tengo algunas fallas en el organismo que no me permiten hacer mucho pero nada que respirar unas cuantas veces no solucione.

No me voy a morir sin antes mandar a matar a medio planeta que me debe sufrimiento.

Sobre la mesa a mi lado almaceno el anillo que estuve preparando hace días y el oro macizo brilla mas que cualquier joya, los diamantes rojos que me costaron un pastal se combinan con las espigas que exclusivamente mande a hacer de esmeraldas.

Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora