Capitulo.46

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Juguetes de carne y huesos

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Juguetes de carne y huesos.

Mikayla.

Peso muerto.. toneladas de peso muerto me aplastan y dos pares de brazos me envuelven como una clase de jaula que no me permite moverme o tan siquiera respirar.

Trato, claro que trato de girarme y hundirme en su pecho pero siento que ya no se en donde empiezo yo y termina el.

Me siento incomoda, la cadera me duele, las piernas tambien y con mi ultimo esfuerzo me muevo sobre el colchón duro procurando tener mas cerca sus pectorales de mi rostro.

Quiero enterrarme entre esas dos cosas duras.

Estaba pegada a su piel.. tanto que la barra de carne que se carga entre las piernas me queda en el abdomen.

<<Tiene vida propia.>>

Baje los ojos a la cabeza brillosa y rosada que se torna mas gruesa al pasarle los dedos, estoy profanando un cuerpo medio muerto pero la curiosidad estaba latente en las yemas frías que se paseaban por el capullo.

Las venas se tornan mas gruesas y duras con el roce dándole mas vida a la gruesa longitud que palpita en su vértice.

—Eres una maldita ninfómana.—Se quejo aun con los ojos cerrados.

—Se me quito el sueño..

Relamí mis labios ante bajar a besar el glande brilloso que palpita deliciosamente sobre mi lengua, oí el gruñido, los músculos se le tensan en menos de nada y engullí un poco mas hasta tocar mi garganta.

No se que me pasa pero me sentía ansiosa por hacerlo, le pasee la lengua de arriba abajo oyendo los jadeos varoniles que salen de su boca, le trazo las venas duras con la punta de mi órgano y gime otra vez.

Beso la coronilla llena de saliva masajeando la longitud de arriba a abajo, la fricción de mis dedos en los relieves de su polla lo hacían poner mas tenso, mordisqueo un poco de la rosedad sin dejar atrás sus testículos.

Vi ese tatuaje en su V remarcada y fui dejar un pequeño recordatorio para que no se olvide de mi, jugaba con el deseo que desprende al tomarme mi tiempo, rosaba mi dedo por su vértice trazando toda la cabeza rosada y brillante que palpita con mas rigor.

—No hagas eso.—Me reprendió apretando los dientes.

Oí ese otro quejido que quería ahogar, disfrazaba los gemidos dulces por jadeos toscos, se aclaraba la garganta en lo que yo engullía llevando hasta el fondo de mi boca su miembro que me llenaba por completo.

Estaba tan deseosa que me pierdo en el deseo mio pero ese fuerte golpe de algo azotarse me hizo empujarlo, Valtor se cayo de la cama, las sabanas me cubrieron a mi pero el se quedo sobre el suelo como el diablo lo trajo al mundo.

—¡Joven amo!—Grito Morrison entrando aterrado a la habitación.—El aparato dice que su ritmo subió ¡¿Es un infarto?!.

Mi risa exploto al verlo quejarse sobre el suelo tomándose el miembro y a su mayordomo lo estaba observando con odio mientras el señor Morrison se pone de espaldas.

Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora