Deseos Insaciables [+21] |SANGRE, LUJURIA Y TRAICIÓNES.

Capítulo.13

Insano.

Mikayla

El sentimiento de la culpa jamás ronda en nosotros, ni cuando somos niños y tampoco ahora que somos adultos.

Siempre llevamos en la mente que las cosas se dan porque así se escribió o así nosotros lo quisimos, quien escribe nuestro fin e inicio somos nosotros y no otros. Eso del destino se lo dejamos para los cuentos de hadas y princesas.

Y por ello ahora mismo no temo al que podría suceder con el coronel, si quiere matarme tendrá que estar preparado porque le daré pelea hasta el fin.

—¡Levántate!.—Las sabanas que cubrían el hielo derretido que tenia sobre los glúteos cayo al suelo por culpa de Olivia.

Hoy no quiero existir.

—Déjame morir en paz.—Peleo con ella tapando mi cabeza con una almohada, estaba boca abajo ya que se me dificultaba dormir hacia arriba por el castigo que Atina me dio.

Los dientes me duelen de haberlos apretado tanto cada que me golpeaba con esa regla, pero gracias a ello descubrí quien es su esposo y cual es su trabajo aqui dentro.

—Tenemos que ir a la primer clase o volverán a darnos una surra.

Apretaba mis tobillos al tirar de ellos procurando sacarme de la cama a la que me aferro como si fuera mi salva vidas, en verdad no quería salir de la comodidad, no deseaba fingir que el trasero no me duele.

—Bennet voy a dispararte si sigues jalándome.—Tome mi almohada arrojándosela, esta impacto en su rostro y la obligo a retroceder de mi.

—Dulce niña y princesa... ¡Tienes que salir de esa puta cama!.

Me devolvió el golpe con la almohada el cual ignore intentando volver a dormir, tal vez muera soñando, quisiera que me lleven a un sacrificio y me den como ofrenda ¡Ya me tienen harta!.

Si dios o quien sea quisiera llevarme me entrego ¡Ya no quiero ser su mejor guerrera!.

—Traeré al coronel ¿Quieres eso? tal vez con el aquí si quieras ponerte de pie.—Pateo mi cama completamente furiosa antes de azotar la puerta.

Valtor dijo que no estaría aquí por días y creo en su palabra, espero que tarde meses fuera en lo que me da tiempo de suicidarme por haber ocultado ese anillo, olvide en donde lo deje y ahora soy una mujer muerta porque si Mason o alguien lo encuentra.

¿Quién con cinco dedos de frente me daría algo para cuidar? ¡Nadie!.

Es por ello que mi familia jamás deja algo en mi posesión, siempre acaban perdidos o me aburro de ellos y los desecho.

Un aroma a colonia varonil se me impregna en la nariz poco después de haber conseguido conciliar el sueño, apretaba la almohada que estaba entre mis brazos percibiendo un poco mas de ese perfume suave que me sume en tranquilidad.