Hoy fue un día largo y agotador.
Tuvimos varios problemas con nuestros proveedores en la ciudad, que no cumplieron con su parte del trato en el plazo de entrega, por lo que pasamos todo el día allí. Lo unico bueno que rescate fue que me vi obligado a responder por mi parte con balas.
Así que acabamos con todos los incompetentes, y nos quedamos con la mercancía.
Ya era pasada la medianoche cuando regresamos con Ross, Emiko y Dexter a la casa, la cual se encontraba en completo silencio y tan solo iluminada por las tenues luces que dejamos encendidas toda la noche.
Yo me encontraba inapetente, por lo que fui directo a mi habitación para ducharme, ya que me encontraba cubierto de sangre (obviamente no mía).
Me puse ropa limpia y me senté en la silla del escritorio que tengo, para ver unos cuantos papeles que me dejo Milo, que me pidió que revisara para mañana con urgencia.
Llevo un buen rato leyendo, y anotando algunas inquietudes para preguntarle, cuando tocan la puerta de mi habitación. El sonido me saca de la burbuja en la que me encontraba. Extrañado me le levanto y me encamino hacia allí.
- ¿Te acuerdas que me dijiste que me ibas a compensar por aquella noche? - menciona el niño entrando de sopetón.
Cierro y me giro hacia él. Me observa con insistencia, como si fuera muy importante el asunto.
- Puede que no lo sepas, pero las tiendas tienden a estar cerradas a la 1 de la mañana. - hablo firme. - Iremos mañana por nuevos discos. Ahora no me fastidies.
Observa mi habitación. - Estás solo... - comenta asombrado.
- En teoría estoy contigo en este momento.
- Parece ser que está noche no dormiré con gemidos de fondo. - agrega, lo que me hace abrir bien los ojos, pero él no me mira. - ¿Estás haciendo tarea? - pregunta volviéndose a mí.
- Si. - respondo de mal modo. - Justo estaba en la pregunta que dice "¿En cuántos segundos puedes mandar a alguien de una patada a su habitación?". ¿Te gustaría ser mi conejillo de indias?
Menea la cabeza. - Apostaría que en 5 segundos.
- Bien, comprobemos si tú teoría es cierta. - hago ademán de acercarme a él.
- Espera, espera.... - extiende los brazos para que me detenga, y lo hago. - Cambie se opinión... - continúa.
Lo miro confundido. - ¿Con respecto a...?
- A que no quiero ir a la tienda de disco.
- ¿Qué? ¿Por qué no? - pregunto con sorpresa.
- Porque mejor quiero que me compenses volviendo a besarme. - anuncia sin titubear.
Quisiera decir que logre evitar sonreír como un idiota. Pero estaría mintiendo.
Este niño le fascina la tienda de discos, y aun así prefiere "sacrificar" eso porque quiere volver a besarme.
Me doy una cachetada mental. No. Tengo que ponerle un límite a esto antes de que sea tarde...
- Escucha una cosa niño, antes de que te lleves el chasco más adelante, déjame decirte que no valgo tanto. - digo. - No me des un valor que no tengo.
- Que va... no te hacía de esos que tienen problema de autoestima. - comenta sorprendido.
- No se trata de un problema de autoestima, sino de la verdad.
- Pues, yo creo que te has tomado muy enserio lo que la gente piensa de ti, cuando solo tú puedes tener una opinión de ti mismo.
- Ese no es el punto, sino que no puedes pedir que volvamos a besarnos.
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Estoy Pensando en Ti (Mafia Marshall VI)
RomanceAstor es el menor de los hermanos del clan Marshall. Desconfiado, escéptico, arrisco y malhumorado. Jun es el menor de los hermanos del clan Hyun. Amable, simpático, bondadoso y alegre. Dos polos opuestos. Blanco y negro. Yin y Yan. Positivo y ne...