Capítulo 42

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Rain

Pasaron unas semanas desde la fatídica noche. Desde entonces no me he cruzado con Astor, solo de vez en cuanto lo engancho por la mañana saliendo de la cocina, pero nada más. Ya ni siquiera cena con nosotros porque trabaja todas las noches en el club.

Pareciera que me evitara. Ni siquiera ha intentado volver a hablar conmigo.

Sigo repasando en mi cabeza, una y otra vez, aquella conversación que tuvimos con Astor. Intentando encontrar el error, que fue hizo que se formara está enorme distancia entre nosotros.

¿Me sobrepase? ¿Fui muy egoísta? ¿No he sido comprensible? ¿Tal vez estoy exagerando?

Admito que esa noche me encontraba desbordado. No tenía intención de volver a agarrar un arma en mi vida, mucho menos para matar a alguien. Pero cuando vi por los monitores de las cámaras de seguridad que ese hombre armado de encaminada hacia Astor, no dude ni un segundo en agarrar una pistola e ir hacia él.

Continúo oyendo su voz en mi cabeza.

"Porque tú lo hiciste por mi, así que debo devolverte el favor.". - fue lo que salió de su boca cuando dijo que iba a estar ahí para mi. -"Porque fue culpa mía."

No un... "Porque me importas." . O..."Porque te amo." Incluso me hubiera conformado con un... "Porque siento cosas por ti".

Al menos, eso sería lo que yo le hubiera dicho. Y ahí está el error. Uno no puede estar decepcionado porque las personas no actúan, o no dicen, las cosas que a uno le gustaría.

Aun así no puedo evitar no sentirme defraudado. Digo, me entregue por completo. Me expuse ante él, sin miedos ni tapujos. Y su respuesta fue un completo silencio. No creo que haya algo más doloroso que eso...

- Apenas vi el anuncio en internet le tome como una señal. - la voz de Dexter me trae de vuelta a la realidad. - Está ideal para un día de chicos. Solos tú y yo. Tengo tan poca vida social, que mi único amigo es Milo. Las personas ya deben creer que es mi novio. Me espanta a las chicas.

Está mañana Dexter me intercepto en mi habitación diciendo que tenía boletos para ir a ver una carrera de formula 1, y que quería que fuera con él. Me estaba asfixiando dentro de esa casa, por lo que no dude en acceder.

Así que nos subimos al auto y nos vinimos hasta la ciudad, dónde se formo un gran evento, ya que vienen corredores de todo el mundo. Para ser honesto, apenas arrano ya me estaba arrepintiendo de haberle dicho que si. De pronto me apetecieron las ganas de quedarme tirado en la cama todo el día sin hacer nada. Pero al ver la alegría en su rostro, decidí callarme y seguir adelante con el plan. Sería como romperle la ilusión a un niño.

- ¿Seguro que puedes? ¿No tenían mucho trabajo hoy? - pregunto. - Oí a Lari quejarse en la mañana.

Menea la cabeza. - Algo... - responde. - Pero aún me debían un día de vacaciones, así que aproveche a tomármelo hoy, y pasar un rato contigo.

- Dex, no es necesario que hagas nada de esto. - digo. - Estoy bien, más allá de lo que crean ustedes. No estoy ni depresivo, ni loco, ni trastornado.

- ¿Ah no? - inquiere.

- No. - respondo con fastidio.

- ¿Y no crees que eso es lo preocupante?

- Estoy acostumbrado... incluso más que ustedes. No es nada nuevo para mi. Así que les agradecería que dejaran de mirarme como si fuera cuestión de tiempo para que me vuelva desquiciado, agarre un arma y empiece a dispararle a todos.

- Está bien, pasaré el mensaje.

- Gracias.

- Aún así pasaremos el día fuera. Pague mucho por estos boletos, y tuve que tocar algunos contactos.

Estoy Pensando en Ti (Mafia Marshall VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora