No dormí en toda la noche.
¿Cómo podría? No hice más que dar vueltas en la cama, intentando encontrar el acomodo, pero me era imposible. Mi cabeza estaba abarrotada de pensamientos. Todo lo que podía escuchar eran las palabras de Vitto y Tony, diciéndome que me dejara llevar.
E inconscientemente mi mente me lleva a aquella noche en la que bailamos juntos en la cocina. Ni siquiera pensé cuando le ofrecí de enseñarle a bailar, tan solo me deje llevar por el momento y lo que me nació en ese instante. Hacia tanto tiempo que algo no me hacía tan feliz.
Y eso me hacía anhelar el querer estar de nuevo en la casa. Con Rain. Demostrándole en verdad cuanto lo deseo. Porque lo hago. Maldita sea, y como lo hago. Si el solo pensar en sus labios me hace sentir el calor apoderarse de mi cuerpo. Le terminaría dejando la boca como aquella vez.
El pensar que nuestra última charla fue una especie de discusión, me carcome. Más al recordar esa mirada de decepción con la que me miro. No creo que pueda soportar otro mes sin que vuelva a dirigirme la palabra.
Me he acostumbrado tanto a su irritante presencia... Al sonido de su voz. A la calidez de su sonrisa. O como con su risa consigue que me vibren hasta los huesos.
¿Cómo carajos le hizo para adentrarse tanto en mí? ¿En qué momento se lo permití?
Temprano en la mañana los tres nos dirigimos al aeropuerto, para tomar el vuelo a Nueva York.
Dado que no dormí nada, yo me encuentro bastante atontado. Siento como si mi cuerpo se moviera por inercia, y mi mente estuviera en otro lado. Cada paso que avanzó me cuesta más que el anterior. Es como si mis pies se hubieran vuelto de plomo. De alguna forma es como si me alejara más de él. Y eso me genera un vacío en mi estómago.
Esto no está bien. - me dice la voz en mí cabeza. Aquella que mantenía apartada en mí subconsciente, pero que está tomando más voz, y lleva la delantera en cada una de mis acciones. Pude acallarla por tantos años, sin embargo ahora no consigo que cierre la maldita boca.
¿Lo más curioso? Que no es mi voz la que oigo. Sino la suya.
Vamos avanzando en la fila de uno de los controles. Yo voy ultimo.
- Me he olvidado algo... - murmuro inconscientemente.
No sé en qué momento formule esas palabras. Tan solo se escaparon de mi boca. Es como si alguien tuviera el control de mí.
Vitto se gira para observarme. - ¿Qué? ¿En la casa? - pregunta extrañado.
- No... en la mía... - respondo, y mi voz suena ida.
- ¿Y es muy necesario? - me sigue preguntando el pelirrojo. - Porque a menos que sean los anillos, yo creo que es remplazable.
Lo miro firme. - Es muy necesario, demasiado. - hablo sin una pizca de duda. - Y es... es irremplazable. Él es unico.
Esto es absurdo. No tengo tiempo que perder.
Me doy la vuelta y comienzo a caminar, alejándome de allí y saliendo de la fila.
- ¡Astor! - me llama Vitto a mis espaldas con preocupación. - ¿¡Qué sucede!?
- ¿Qué no lo entiendes? ¡Es la típica escena del aeropuerto! - oigo que exclama Tony con alegría.
- ¿Qué? - inquiere su novio confundido. - ¿De qué me perdí?
- ¡Ve por él! - grita Tony triunfante. - ¡Lucha por el amor!
- ¿¡Pero que bicho te ha picado!? - le pregunta Vitto sin entender.
- ¡Cúbranme! - exclamo empezando a correr.
ESTÁS LEYENDO
Estoy Pensando en Ti (Mafia Marshall VI)
RomansaAstor es el menor de los hermanos del clan Marshall. Desconfiado, escéptico, arrisco y malhumorado. Jun es el menor de los hermanos del clan Hyun. Amable, simpático, bondadoso y alegre. Dos polos opuestos. Blanco y negro. Yin y Yan. Positivo y ne...