Estoy Pensando en Ti (Mafia Marshall VI)

Capítulo 46

Rain

Subo las escaleras y me adentro en mi habitación. Me tiro sobre la cama, con mi rostro contra la almohada.

Y tardo en empezar a llorar. Toda la noche me estuve conteniendo, incluso mientras tuve mi primera vez. Porque si, estuvo bien, Louis fue un caballero además de super guapo, pero no era Astor. Nunca nadie va a ser Astor. Y ahora que llego a la habitación y siento su aroma aún impregnado en la almohada que él solía usar cuando dormía conmigo, me hace desbordar y ya no poder aguantar la tristeza que siento.

¿Acaso hay un sentimiento más doloroso que tener que aceptar finalmente que ya jamás podrás estar con esa persona? Y que solo te toca caer en la realidad, en la que él solo fue una etapa de tú vida.

Giro mi cabeza a un costado cuando ya comienzo a sentirme sofocado. Y las lagrimas continúan brotando cuando veo mis bolsos apilados en un rincón.

Oigo que tocan la puerta suavemente.

Es él. Es Astor. Entro en razón. Está tocando para pedirme disculpa por actuar como un imbécil, y me va a pedir que lo volamos a intentar, que está vez si va a hacer el esfuerzo.

Y como un tonto iluso me paro de un tirón, me paso la yema de los dedos para limpiar las lagrimas y me encamino a abrir.

Me llevo una enorme desilusión más cuando veo que es Milo.

¿Enserio fui tan idiota como para creer que iba a ser Astor? Si yo debería postularme para escribir guiones de las películas de Disney, esas que él me hizo mirar dónde todos terminan siendo felices al final.

- Perdón. - se disculpa Milo, trayéndome a la realidad. - Se que no soy quien tú querías.

Desde hace días que Milo no es el Milo que he conocido durante estos meses. Ahora su rostro refleja cansancio y está muy apagado. Su voz suena desganada, y no ha dicho uno de sus chistes desde entonces. Me rompe el corazón verlo tan desolado. Y eso que ahora está mejor en comparación a los primeros días en los que creyó que iba a perder a su "mejor amigo y otra mitad", como dijo él.

- No, no es eso. - sigo. - Solo que recién llego, estoy algo atontado.

- Lo sé, te escuche entrar. - dice. Lo miro confundido. - Queríamos asegurarnos de que llegaste bien. - me explica. - ¿Cómo fue la cita? ¿Él se comporto? Sino con Lari iremos a buscarlo y le daremos una lección.

Me siento conmovido al oírlo decir eso. Me alegra saber que al menos mis meses aquí no fueron en vano.

- No se preocupen. Estuvo bien. - respondo. - De igual forma no lo volveré a ver, así que...

- ¿Así que ya estás seguro? - pregunta con tristeza.

Asiento. - Si, estoy bien seguro. - respondo. - Que no quiera es otra cosa. - hace una mueca, apenado. Le dedico una sonrisa un tanto forzada. - Estaré bien. Sobreviví a un padre psicópata que me quería muerto a toda costa. Yo creo que lo demás será una brisa.

- No tengo dudas de eso. - dice sonriendo dulce. - Iré a ver a Dex, ¿Quieres venir? Tiene muchas ganas de verte. Sabe que te vas, así que me pidió que te dijera si podías ir a verlo.

- Nada me gustaría más.

Apoya su mano en mi cabeza y la acaricia con su pulgar.

- Dúchate y descansa un rato. - me dice. - Luego de desayunar nos vamos, ¿si?

- Si. Gracias.

*****

Con Milo y Lari fuimos hasta el hospital dónde está internado Dexter.