Cuando regreso a la planta baja, me acerco a Vitto, aprovechando que se encuentra solo en la sala. Está bebiendo una taza de café, mientras observa la pantalla de su celular.
Me siento sofocado. Necesito largarme de este maldito lugar, y en especial de todas las personas que están aquí. De todas a excepción de una sola.
- ¿Crees que podamos seguir con ese juego de la extorción? - le pegunto en voz baja.
Alza la vista y me mira como si le hubiera hablado en otro idioma. - ¿Qué? - pregunta sin entender, guardando su celular en el bolsillo.
- Lo que dijiste hace rato. - respondo entre dientes, irritado. - Con lo que me cubriste a las preguntas de mis hermanos.
Alza las cejas. - ¡Ah! - exclama. - Ya entendí... pero a la vez no. ¿A qué te refieres? Se un poco más específico, no tan vago.
- Que necesito que me ayudes con algo, justificándome con esa excusa.
- Ay no, ¿Qué vas a hacer? - pregunta con preocupación.
Pongo los ojos en blanco. - Nada malo. - continúo hablando en voz baja.
Me mira expectante. - A menos que me digas en qué demonios te voy a cubrir, no voy a seguirte el juego. Quiero saber en qué me meto, que contigo es probable que termine la noche siendo patrocinador de una pelea de gallos.
- Eres un fastidio. - me quejo.
- Que va, vaya novedad.
Doy un paso para estar más cerca suyo, cosa que así me oiga mejor. - Quiero estar un rato a solas con Rain. - murmuro lo más bajo que puedo. - Y había pensado en pasar la noche juntos en un hotel de la ciudad.
Se le forma una sonrisa maliciosa. - Ah, con que por ahí va la cosa. - dice pícaro.
- No lo mal pienses que no va con el sentido que te imaginas. - digo tajante.
Palmea mi brazo. - Tranquilo, sé que no te aprovecharías de un muchachito de 20 años.
Suspiro con pesar. - ¿Me ayudas? - le pido, y en voz alta sueno con algo de súplica.
- Claro. - responde, y eso me hace sonreír. Ríe. - Ay Dios, si te vieras la cara de idiota que llevas.
- No tientes a tú suerte, mira que sigo con mi arma enganchada al tobillo. - sentencio. - Me va a tomar cinco segundos sacarla y quitarle la sonrisa de la cara.
- Sabes, comienzo a preguntarme cómo le has hecho para conquistarlo.
Créeme, me pregunto lo mismo.
Me encojo de hombros. - Lo insulto todo el tiempo, y eso parece funcionar. - respondo en cambio.
- Que va, los románticos siguen existiendo.
Frunzo en ceño. - Tú sigue restándole puntos a mi paciencia. - digo entre dientes.
- Ey, el ceño. - oigo su voz suave a mi lado e instintivamente mi expresión se relaja. Aún más cuando lo veo parado a junto a mí.
Mi mirada se posa en la suya. Me observa con sus ojos rasgados tan oscuros y brillosos. Tiene esos labios gruesos y carnosos curvados en una sonrisa divertida, sin dejar de lado esa dulzura que lo caracteriza.
Como quisiera besarlo ahora mismo.
- Lo mismo le digo yo. - sigue Vitto, sacándome de mi transe. - Va a llegar a los 40 todo arrugado.
- Cierra la boca. - hablo irritado.
Mi amigo ríe y posa su atención en Rain. - Hola, soy Vitto. - le extiende su mano, a lo que él la estrecha.
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Estoy Pensando en Ti (Mafia Marshall VI)
Roman d'amourAstor es el menor de los hermanos del clan Marshall. Desconfiado, escéptico, arrisco y malhumorado. Jun es el menor de los hermanos del clan Hyun. Amable, simpático, bondadoso y alegre. Dos polos opuestos. Blanco y negro. Yin y Yan. Positivo y ne...