Capítulo 19

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Voy camino a la cocina para comer algo y tomar mucha agua, luego de haber entrenado arduo todo el día, cuando la puerta de la entrada se abre y por está entra Axel.

- Largo de aquí, Lari no está. - sentencio.

- Buenos días para ti también, querido primo. - dice y noto que lleva colgado un pequeño bolso en su hombro, y en sus manos tiene dos pares de zapatos.

- Ah no, no vas a mudarte aquí. - hablo tajante. - No me importa que tus padres por fin se hayan hartado de ti, y te echarán. Esto no es un albergue.

- ¿Si sabes que soy un genio de la informática y trabajo desde mi casa para tres empresas en simultáneo, haciendo videojuegos? - inquiere. - De quererlo puedo pagarme un hotel. Solo vivo con mis padres porque es más cómodo.

- ¿Qué rayos quieres entonces? - pregunto hastiado.

- Tranquilo, que no vengo a pelear con la zanahoria, ni a verte a ti, sino a Rain.

¿A Rain?

Frunzo el ceño. - ¿Y qué diablos quieres tú con el niño? - inquiero de mal modo.

- ¿Niño? ¡Es solo un año más chico que yo! - replica ofendido.

- Responde lo que te pregunte. - digo firme.

Suspira. - Mañana es mi cumpleaños, por lo que esta noche haré una fiesta, y lo invité. Le traje algo de ropa para que se pruebe. Debe estar bien guapo, ya que le he conseguido una cita.

- ¿¡Qué!? - exclamo sin poder evitarlo, alzando las cejas.

¿¡Una cita!? ¿¡De que rayos habla!?

- Es una cita a ciegas. - sigue. - Tengo un amigo que anda en busca de alguien para tener una relación, y dado que Rain busca lo mismo, pensé en juntarlos y ver que tal.

- ¿¡Qué!? ¿¡De dónde demonios has sacado que busca eso!?

- Él me lo dijo. - responde obviando. - Puedo ser un nerd de la computadora, pero de vez en cuando me relaciono con seres humanos. - continúa. - Leo es mi mejor amigo, es un buen muchacho. No te preocupes. Y ya Lari me ha dicho que eres algo sobreprotector con él, así que considérame advertido, no necesitas amenazarme.

- ¡No soy sobreprotector con él! - salto a la defensiva.

Se encoge de hombros. - Como sea, iré a buscarlo. - se encamina a subir las escaleras. - ¿Está en su habi...?

En un acto reflejo, lo interrumpo agarrándolo del brazo con fuerza. Él me mira sorprendido y con pánico. Hasta yo me sorprendo de lo que está por salir de mi boca, pero es que no puedo siquiera frenar las palabras.

- Algo le sucede por tú culpa, así sea un rasguño, y no me importa quienes sean tus padres. Voy a hacerte sufrir y gritar de una forma que te quedaras sin cuerdas vocales. ¿Lo has entendido?

Puedo ver el miedo en sus ojos marrones. Traga. Asiente lentamente. - Si, señor. - responde con nerviosismo.

Lo suelto. - Bien. - no le despego mi mirada penetrante. Y por la expresión que lleva puedo deducir que está a un segundo de orinarse en los pantalones.

El sonido de la puerta de la entrada abrirse nos interrumpe, haciendo que posemos nuestra atención allí.

- ¡Ey, Axel! - exclama el niño con una sonrisa, entrando. Tiene los auriculares puestos, y en su mano el iPod que le di.

Debo comprarle uno nuevo.

- Ho... hola Rain. - lo saluda este, todavía tartamudeando.

Se acerca. - ¿Qué te sucede? - pregunta extrañado al quedar a nuestro lado. - Estás algo pálido.

Estoy Pensando en Ti (Mafia Marshall VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora