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Eun Woo regresó a la casa de huéspedes en cuanto se aseguró de que los Hwang estaban bien. La rápida y sorprenderte recuperación de Hyunjin había aliviado un poco la sensación de pérdida que estaban sufriendo. Encontró a Sarah en el porche, esperándolo, y no pudo evitar sentirse muy bien por ello. Era agradable tenerla allí, ser el único dueño de su cariño. Todos sus pensamientos, junto con su sonrisa, se desvanecieron en cuanto se percató de la expresión de su rostro. Iba a preguntarle que si todo iba bien cuando su teléfono móvil vibró en su bolsillo. Le echó un vistazo sin dejar de caminar. Se detuvo de golpe al leer el mensaje y levantó la vista hacia Sarah. Sus ojos le confirmaron que no se trataba de una broma.

Se desmaterializó en el aire y tomó forma frente a la verja que daba entrada al cementerio. La lluvia, concentrada en aquel lugar, lo empapó en un segundo. Miró al cielo y se quedó maravillado ante un firmamento que no dejaba de iluminarse y chasquear con una furia descontrolada. Uno de los rayos impactó en el campanario de la iglesia. La maldita iglesia que parecía haberse convertido en el epicentro del desastre. El campanario se vino abajo y Eun Woo tuvo que apartarse para que las piedras no le cayeran encima.

Sus piernas se convirtieron en gelatina. Minho caminaba hacia él por la avenida principal, con el cuerpo de Jisung colgando entre sus brazos. Empezó a negar con la cabeza y notó cómo su propio cuerpo se rasgaba en dos mitades. No podía ser, de ninguna manera él...

Minho pasó por su lado sin siquiera mirarlo. Acunaba el cuerpo de Jisung como si fuera el de un bebé. El perfume de la muerte flotaba en el aire. Miró al vampiro. Su piel había adquirido un tono azulado y sus labios habían perdido el color hasta fundirse en su rostro. Uno de sus brazos colgaba inerte y se balanceaba al ritmo de la marcha fúnebre de los pasos de Minho. La realidad lo golpeó como un martillo directo a la cabeza. Jisung se había sacrificado por ellos. No debía haber hecho eso, ninguno lo merecía.

Minho se encerró en su casa con el cuerpo de Jisung. Lo dejó sobre la cama del dormitorio que habían compartido tantas veces y se arrodilló junto a él, sujetando su mano.

Tres días después no se había movido de su lado y no había dejado que nadie lo tocara. El tiempo pasaba y él merecía su descanso. Todo había sido dispuesto para enterrarlo junto a su abuela y sus padres en el nuevo cementerio que había al lado de Saint Martin. La tumba continuaba vacía.

—¡Fuera! ¡Mataré al que lo toque! —gritó Minho—. ¿Está claro? ¿Está claro para todos? —gritó con más fuerza—. Nadie va a tocarlo.

Christopher y Felix abandonaron la habitación completamente deshechos. Fuera, en el pasillo, Eun Woo y Changbin cruzaron una mirada de impotencia.

—No atiende a razones —susurró Christopher, dejándose caer contra la pared—. Asegura que si no nos vamos y lo dejamos en paz, se largará con él de aquí.

—Quizá madre pueda convencerlo, ella siempre ha tenido mucha influencia sobre él —comentó Felix. Se acurrucó bajo el brazo de Changbin. La muerte de Jisung lo había destrozado. Aún no podía creer que el chico ya no estuviera con ellos.

—Ha prohibido su presencia, y la de padre. No quiere ver a nadie —respondió Christopher con tono hastiado—. De momento es mejor no forzarlo demasiado, no sea que haga alguna tontería. Démosle algo más de tiempo.

—¿Más tiempo? Lleva tres días ahí dentro. Todos hemos tratado con la muerte para saber qué le ocurre a un cuerpo sin vida. No dispone de mucho más tiempo —les hizo notar Changbin.

Eun Woo se pasó una mano por la cara y después por el pelo. Exhaló un suspiro cargado de dolor.

—Necesita despedirse y aceptarlo. Acabará haciendo lo que debe. —Intentó parecer seguro, pero ni él confiaba en que Minho entrara en razón. Ya no era él mismo, se había convertido en un fantasma que yacía junto a otro fantasma, y temía que pudiera acabar usando la 45 que llevaba encima para volarse la tapa de los sesos. Con las balas que cargaba esa cosa podría—. Lo aceptará —aseguró, negándose a pensar en otra posibilidad.

Donde el cielo cae... [MINSUNG] SKZ •ADAPTACIÓN•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora