Ser coronel de una de las organizaciones militares más importantes del país no es fácil, pero sobre todo si eres mujer, mucho más difícil la tarea. Sariah Mansour una coronel honorable, reconocida por su trabajo arduo y exitoso es el punto blanco pa...
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●★● Sariah Mansour ●★●
Brasil
Me estiro al bajar del avión, es estresante manejar todo un día un avión, hemos llegado en plena luz del día, el sol quema mi piel, dejaremos el avión en una pista de aterrizaje anónima, solo nosotros y la torre de control de la base militar sabe la ubicación del avión.
— ¿Dónde nos vamos a quedar?— pregunta Vanessa cuando ya todos hemos bajado del avión.
— Le pedí a un amigo que nos prestara su casa, esta se encuentra cerca de la selva, hay espacio para todos en esta.— camino hacia uno de los jeeps.
— ¿Es seguro el lugar?— pregunta Jacob.
— Más que seguro, yo manejo, tú maneja el otro jeep con los demás soldados, todo el tiempo detrás de mí para que no se pierdan.— asiente y se va con los demás hacia el otro jeep.
Duramos en carretera dos horas, sin pararnos en ningún lugar, mi amigo me ha dejado la casa equipada con todo, consta con cinco habitaciones y tres baños, para los días que duraremos me parece bien.
— Esta casa es una belleza, si tiene piscina me entraré al agua sin pensarlo.— Vanessa mira la casa al estacionarme en la entrada.
— Lo siento, pero las distracciones para después, ahora debemos enfocarnos en crear un plan.
— Creo que por el momento el plan de la coronel Black es excelente, aquí hace demasiado calor, merecemos un corto descanso.— Salvatore baja de la camioneta e inspecciona el lugar.
— Como quieran, yo si prefiero estudiar la misión, tenemos pocos días y espero terminar en cuanto antes.— bajo del jeep y camino hacia la entrada de la enorme casa.
Todos entran detrás de mí, la casa es espaciosa, somos diez personas, la casa cuenta con cinco habitaciones, nos dividiremos de dos personas por habitación, esto será un poco incómodo.
— Tocarán habitación de a dos soldados, por favor dejar todo en orden, la casa no es mía y no quiero dar malas cuentas.— estos asienten.— Pueden subir e instalarse, dentro de un rato hablaremos de la misión.
Estos suben hacia las habitaciones, abajo quedamos solo nosotros cuatro, Jacob mira a Vanessa, este procesa lo que puede suceder.
— Creo que dormiremos juntos, ¿No es así?— pregunta Salvatore reclinado del barandal de la escalera.
— Por lo visto sí, muñeco.— dice Vanessa con una sonrisa.
— ¿Cómo?— su sonrisa se borra al escuchar a Salvatore preguntarle.
— Lo que quiero decir es que Jacob y yo dormiremos juntos, así que les toca a ti y Sariah dormir en la habitación que queda disponible.— este asiente.
