Capítulo 58: Sin salida

9.2K 621 13
                                    

●★●Sariah Mansour●★●

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

●★●Sariah Mansour●★●

Sin salida

Estar de licencia es estresante, hay días en los que deseo volver al trabajo, ponerme al día con todo lo que tengo pendiente, amo mi trabajo, pero estar en casa es aburrido en cierto punto. No es que me molesta pasar tiempo con el niño, ni mucho menos, me agrada la idea de quedarme con él, cuidarlo, cocinar para Salvatore, todo eso me gusta.

Sin embargo, estar encerrada es aburrido, decidimos días después del bautizo mudarnos a mi casa, tenemos varios días acomodando algunas cosas de Salvatore y su hijo. En estos momentos se encuentran los dos jugando en el jardín mientras yo preparo la cena, el timbre irrumpe mi labor en la cocina, tomo una toalla para limpiar mis manos y camino hasta la puerta.

— Jacob, me sorprende tenerte por aquí.— me hago a un lado para que entre a la casa; sin embargo, permanece de pie en la puerta.

— He venido de emergencia.— por la cara que trae, sé que nada bueno ha de ser.

— ¿Le pasó algo a Jasper o Vanessa?— me alarmo sosteniendo con fuerza la toalla que yace en mis manos.

— No, ellos se encuentran bien.— suelto un suspiro al escucharlo.

— Entonces ¿Qué sucede?— sigo insistiendo en que entre.

— Kolet ha muerto.— llevo las manos a mi boca, la noticia me ha tomado por sorpresa, de todas las cosas que me esperaba, esa era la que menos.

— Dime que eso no es cierto.— miro hacia el jardín donde Salvatore y el niño se encuentran jugando.

— Que más quisiera que todo esto sea una mentira, pero lamentablemente no lo es.— posa una de sus manos sobre mi hombro.

— ¿Cómo sucedió? Ella estaba bajo máxima seguridad.

— Alphonse buscó la manera, tiene influencias allí dentro, fue difícil mantenerla a salvo.— niega, todo esto trae confusión, no es fácil de procesar.

— No sé como le diré a Salvatore.— llevo las manos a mi cabeza y peino hacia atrás mi cabello.

— Trata de hacerlo lo antes posible, piensan trasladar el cadáver mañana a Francia.— quita su mano de mi hombro.— En cuanto antes arregle sus cosas para irse, será mejor, también lleva a Jules a enterrar a su madre.— suelto un suspiro de solo pensar en el niño.

— Gracias por venir personalmente a avisarme, en serio te lo agradezco.— me acerco y lo abrazo.

— No podía decirlo por el celular, era lo mejor venir a decirlo personalmente.

Nos despedimos, veo como se aleja y sube a su auto, cierro la puerta detrás de mí, suelto un sonoro suspiro, no sé como decirle todo esto a Salvatore, es la madre de su hijo y la mujer que en un determinado momento amó. Camino hasta la puerta que dirige al jardín, Salvatore recoge los carritos de Jules, el niño corre por todo el pasto con una sonrisa genuina.

Pasiones y misionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora