●★● Sariah Mansour ●★●Atrapando a la presa
— ¿Es aquí?— pregunta Jones al estacionarnos.
— Así es, esta es la casa que Alphonse le ha comprado para que se mantenga escondida.— mira por la ventana hacia la casa que se encuentra a lo lejos.— De lo que no me encuentro seguro, es de si ella se encuentra ahí.
— Ese no es problema, lo vamos a comprobar.— me recuesto en el asiento al lado de Tony.
— Hoy no podremos hacerlo, deberemos darle seguimiento, si se encuentra en este lugar deberemos darle rienda suelta para despistarla.
— Tienes toda la razón, deberemos seguirla desde la distancia.— me volteo a ver a Tony, el cual se encuentra perdido en sus pensamientos observando hacia la casa.— ¿Qué cuentas pendientes tienes con Patricia?
— No veo la razón de confiar en ustedes dos, además es algo muy personal.— se voltea a responderme.
— Si quisiera matarte ya lo hubiera hecho, así que esa idea descártala de tu cabeza.— Jones me observa por el retrovisor.
— Mató a mi hermano, no directamente, pero tuvo que ver con su muerte y eso es algo que debo vengar, por mi madre y por mis sobrinas.— se puede discernir el odio y repulsión en sus palabras.
— ¿Por qué lo asesinó?
No dudo de que su hermano se encontrara en negocios turbios, la mafia es complicada, la persona que entra a ese mundo debe saber a qué atenerse y entender que en cualquier momento pueden eliminarlo del camino.
— Tanto Alphonse como ella no asimilaron que mi hermano estaba superándolos en trabajo, estaba exportando cocaína a altos niveles, acción que estaba dejando en quiebra a Alphonse.— su mirada se mantiene perdida.
— Por lo tanto, no dudaron en quitarlo de sus caminos, no me sorprende, los dos son expertos en eso.— espeto con molestia.
— ¿Y a ti por qué te interesa verla muerta?— su pregunta me saca de mis pensamientos.
— Ha asesinado a muchas personas que de una u otra forma tienen que ver conmigo, también planeó el asesinato de mi mejor amigo, por suerte él logró sobrevivir.— de solo recordar lo vivido aquellos años da nostalgia y rabia.
— Creo que tenemos una historia similar coronel.— me tenso al escuchar la palabra coronel salir de sus labios.
— ¿Cómo me dijiste?
— ¿Creíste que nunca iba a darme cuenta?— enarca una de sus cejas y me mira con una sonrisa ladina.— Lo supe desde el momento en que me apuntaste con el arma.
Jones me mira por el retrovisor tenso, relajo mis facciones del rostro y muestro seguridad, no puedo confiar en un desconocido.
— ¿Cómo sabes que soy coronel?— aunque soy idiota, con la pregunta le acabo de confirmar que lo soy.
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Pasiones y misiones
Lãng mạnSer coronel de una de las organizaciones militares más importantes del país no es fácil, pero sobre todo si eres mujer, mucho más difícil la tarea. Sariah Mansour una coronel honorable, reconocida por su trabajo arduo y exitoso es el punto blanco pa...