Capítulo 49: Sorprendida

9.7K 700 22
                                    

●★● Sariah Mansour●★●

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


●★● Sariah Mansour●★●

Sorprendida

Como puedo camino con las bolsas de comida hacia el ascensor, el joven de la puerta me ayuda con las bolsas, le pico al botón del número al piso que voy y espero a que suba.

— ¿Va al apartamento del señor Kozlov?— sostiene la bolsa.

— Sí, ¿No está?— lo veo de reojo.

— Creo que sí, no lo veo salir desde el medio día.— el sonido del ascensor nos distrae.

— Espero que se encuentre ahí, no quiero que la comida se eche a perder.— las puertas se abren.

— Toque el timbre, debe estar dentro.

— Gracias por la ayuda, sola no hubiera podido.— le sonrío.

Este se despide y vuelve a bajar, toco el timbre, espero con las bolsas en las manos, una mujer hermosa abre la puerta, trae puesta una camisa de Salvatore, se nota que no trae nada más que no sea la camisa, en sus brazos hay un niño que por lo que deduzco tiene dos años, es idéntico a Salvatore, mi corazón se oprime al ver esta imagen.

— ¿Quién es?— este se acerca a la puerta, por lo visto va de salida.

— Venía a traer estas cosas, pero veo que no te hacen falta.— sigo viendo a la hermosa mujer, debo admitirlo, es bella y el niño también, ambos parecen sacados de una película.

— Kolet ve arriba con el niño.— le ordena.

— Quiero conocer a la mujer que le trae cosas a mi esposo.— pestañeo varias veces para que las lágrimas no corran por mi mejilla.

— Te dije que subas, obedece.— aprieta los dientes.

— Ya entendí.— se retira, quedo frente a Salvatore, no soy capaz de dar un solo paso hacia delante.

— Todo esto tiene una explicación, sonará cliché, pero es cierto.

— Me cuestionaste a mí, cuando en realidad el único que me estaba rompiendo eras tú a mí, no puedo creer que creí en ti, eres peor o igual a Iván.

— No me compares con ese idiota, no somos iguales.

— ¿Qué maldita diferencia hay? Deseo saberla, porque por más que la busco no la encuentro.

— Por tu seguridad es mejor mantenerte al margen, luego hablaremos sobre esto.— mira hacia atrás.

— Yo como una idiota queriendo arreglar las cosas contigo, pensando que significaba algo más para ti, al final soy solo sexo, tu simple diversión, por lo visto ya te empecé a aburrir.— las lágrimas corren por mi mejilla.

— Mi intención no ha sido esa, no quiero que pienses que soy un idiota, no lo soy, de verdad te quiero mujer, pero no puedo explicarte las cosas en este momento.

— Vete a la mierda Salvatore, olvídate de mí, para mí no existes, nunca tuvimos nada, eres lo peor que me ha pasado en la vida.— seco mis lágrimas de golpe y entro al ascensor.

El chico de la puerta me mira extrañado, debo imaginar mi semblante, le extiendo las bolsas.

— ¿No lo encontró?— pregunta observando las bolsas.

— Quédate la comida, la disfrutarás más que yo.— salgo del edificio y subo a mi auto.

◆══════════●★●═══════════◆

⋆★⋆ Salvatore Kozlov ⋆★⋆

— Mañana mismo te vas a casa de mis padres, con ellos estarás a salvo.— tomo un bolso y comienzo a echar ropa, la que usaré en la misión.

— ¿Quién era esa hermosa mujer?— Kolet entre a mi habitación.

— No te importa, solo te daré alojamiento por ser la madre de mi hijo, no más, no tienes derecho a meterte en mi vida personal.— cierro el bolso y lo dejo a un lado.

— ¿Nunca vas a perdonarme que te haya ocultado la existencia de Jules?— me mira.

— Debiste decirme en cuanto supiste que estabas embaraza, me he perdido dos años de la vida de mi hijo.

— No podía, mi esposo iba a matarme, debes entenderme.

— ¿Sabe él dónde estás?

— Hasta ahora no sabe nada, por eso estoy aquí, debes quedarte con el niño, sabe toda la verdad y corre peligro conmigo.

— Yo me haré cargo de mi hijo, ese no es problema para mí, lo que deseo es que seas sincera conmigo, es la única manera que tengo para ayudarte.

— Habla con esa mujer, no tenemos nada, no es justo que todo se arruine por un malentendido.

— Te dejaré en casa de mis padres, allí estarán seguros, en unas horas partiré a África.— asiente.

— Iré a cambiarme de ropa.

— Hazlo rápido, no tenemos tiempo.— me detengo frente a la enorme ventana de mi habitación.

En estos momentos Sariah debe estar pensando lo peor de mí, Iván sigue jodiendo la vida de cada uno de nosotros, está aliado con el esposo de Kolet, sabe que Jules es mi hijo y quiere hacerle daño, no me he acostado con Kolet, no tenemos nada, ella solo está en mi casa escondida.

Ella es una de las razones por las cuales he cambiado con Sariah, esto fue solo una estrategia para desviar su atención, nadie puede saber que Kolet está conmigo, en su momento le explicaré a Sariah toda la verdad, sería incapaz de hacerle daño, la quiero con todas mis fuerzas.

— Listo, ya podemos irnos.— trae a Jules en sus brazos y un bolso de ropa.

— Te ayudo con el niño.— le quito el bebé y salgo con ella del departamento.

Bajamos por el ascensor secreto de mi departamento, este me deja directamente en el sótano, subimos a mi auto, estaciono en casa de mis padres, mi padre nos recibe, al ver al niño se sorprende.

— Antes de que digas algo, debo decirte que no tengo mucho tiempo.— dejo el bolso a un lado, como puedo subo con el niño a mi habitación.

Dejo un casto beso en su cabecita, acomodo algunas almohadas para que no se lastime, apago las luces y salgo de la habitación.

— ¿Qué haces con esta mujer?— mi padre la mira, mi madre se acerca a nosotros.

— Ese niño es mi hijo, Kolet les explicará todo, necesito que los mantengan a salvo, no tengo mucho tiempo, en unas horas partiré a África, una misión.— tomo las llaves de mi auto.

— No te preocupes, nosotros los cuidamos.— mi padre palmea mi hombro.

— En cuanto regrese todo estará resuelto y Kolet se marchará a Francia.

— Quiero que te cuides hijo, sabes que eres lo único que tengo.— mi madre besa mi frente.

— Te amo madre.— dejo un beso en su mejilla y un abrazo.


Pasiones y misionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora