1.12

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—¡Ah, Namjoon! Detente…

El alfa no se detuvo en ningún momento, seguía mordiendo la piel expuesta del omega después de haberle roto la camisa.

Seokjin ya no sabía que hacer, tampoco se negaba a tener un buen sexo con Namjoon pero primero necesitaba que el alfa le dijera si lo quería o no.

Aún recordaba que el alfa le había confesado que por ser su primera vez, también quería que su celo fuera con él. Y el omega se sentía más honrado de ser el primero para muchas cosas del moreno.

Pero…

¿Y si después se molesta?

¿Y si después se arrepiente?

“Demonios, odio los peros”.

—Nam… ¿Estás seguro?

—Omega, mío~

—Si, si. Tuyo… Pero… —y otra vez—. No se vale que te arrepientas después.

—Jamás arrepentirme.

—¡Ash! Alfa tonto. ¡Seas serio, por la diosa Luna!

El omega rodó los ojos y nuevamente tenía el cuerpo del contrario encima suyo. No había llegado al cuarto puesto que Namjoon se había lanzado sobre él al entrar a la cabaña, fue por eso que quedaron en el sofá.

“Si el destino así lo quiere, entonces que así sea”.

Seokjin soltó más de su olor dulce y terminó de enloquecer a Namjoon. No esperó más y se quitó la ropa (y con eso se hace referencia a qué la rompió), dejando ver su cuerpo desnudo sobre el omega.

Sólo que Seokjin quedó atrapado en algo en particular, más bien en alguien, porque juraba que esa cosa ya tenía pasaporte.

—Shit… ¿Acaso te crece más cuando estás en celo?

—¿Te gusta?

—Oh, pero claro sí… —asintió asombrado y con la boca abierta.

“¡Deja de babear y cometelo!

Pero no olvides que debemos satisfacer a nuestro Alfa”.

“Si, si. Claro”.

Pero si era él quien vería las estrellas con esa cosa adentro. Y no se quejaba para nada.

Aunque… Ya comenzaba a temblarle el culo.

Sólo un sonido bastó, solo uno para interrumpir los besos y caricias. Intentó no prestarle atención y concentrarse en la deliciosa sensación que le proporcionaba el alfa gracias a su lengua.

Pero ahí estaba de nuevo.

—¡Rayos! Espera un momento, Nam… —el alfa se negaba a soltarlo, y aumento las lamidas y succiones en la delicada piel de su cuello mientras se frotaba sobre él—. Puede ser importante~

Como pudo se zafó de los brazos del alfa, ganado un gruñido y una mirada amenazante.

—Y no me mires así —lo reprendió pero el moreno seguía viéndolo enojado.

Buscó por la ropa destrozada de Namjoon hasta dar con su teléfono, tenía varios mensajes y llamadas perdidas de su madre.

—Oh, parece que alguien será castigado después…

—Grrr…

—No me gruñas, Kim Namjoon.

Viró los ojos y justo en ese momento una llamada entrante lo asustó. Era su futura suegra, sino es que ya lo era, quién llamaba. No le quedó de otra más que responder o la mataría de preocupación.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora