2.22

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El invierno ya había llegado a la ciudad y con ella las vacaciones. Solo eran un par de semanas más antes de tomar un descanso y disfrutar de la navidad.

Las noticias que tenía Namjoon no eran las mejores, pero no arruinaría una fecha importante. Tenía planeado invitar a Seokjin a la cena navideña de su casa junto a su cuñado
Por lo que le dijo su omega, no habían tenido una cena en navidad desde la muerte de su madre, razón por la que quería darle la experiencia ese año nuevamente.

—Jin, ¿qué harás en las vacaciones?

—No lo sé. Usualmente viajo con Jimin a cualquier ciudad donde mi papá nos arrastra, para que al final él se dedique a conseguir socios y nos deje solos. Si, ese plan es el que tendrá ahora mismo mi padre.

El omega hablaba sin muestra de ningún sentimiento, le restaba importancia al tema y se mantuvo ocupado con el helado que tenía en las manos. Pero su lobo que aullaba de entusiasmo le dió una razón para sonreír ante la vista amoroso detrás de los lentes de su novio.

—Acaso... ¿Quieres que la pasemos juntos?

—¿Es una pregunta o una invitación?

—No se responde una pregunta con otra pregunta.

Ambos sonrieron cómplices y se dieron un beso efusivo, el sabor a fresa del helado se mezcló en sus lenguas y no hicieron más que disfrutarlo.

—Pero si, quiero que la pasemos juntos. A menos que tengas planes.

—No suelo planear nada, solo me la paso en casa estudiando o yendo a trabajar medio tiempo en alguna tienda.

—Entonces ya está —Seokjin se levantó entusiasmado del césped y le sonrió en grande—. Vámonos de viaje.

—¿Viaje? Pero... ¿Eso no sería demasiado? —tan solo a su mente vinieron los gastos que podrían tener y eso fue suficiente para no emocionarse.

—Anda, podemos ir a un lugar cercano. Tú eres de Ilsan, ¿no? Que tal un viaje allá.

—Pues... Ya no he ido desde que mis papás y yo nos mudamos cuando empecé la universidad...

Namjoon lo pensó por un momento, su novio le sonreía esperanzado de que aceptara su respuesta, y con eso fue suficiente para suspirar resignado. No podía decirle que no a su omega.

—Bueno, no es mala idea...

Seokjin sonrió en grande y su olor a felicidad inundó las fosas nasales de su alfa. Su brazos envolvieron la espalda ajena en un caluroso abrazo y sus labios fueron a parar sobre los gruesos de su novio.

—Joven Kim —la voz rasposa los detuvo de sus caricias y giraron al frente para ver a la señora directora. Por su expresión sabían que no era para nada bueno.

—¿Si? Qué sucede, directora.

—En verdad lo siento. Yo... Lo intenté —detrás de ella venían dos hombres que Seokjin reconoció perfectamente. Los guardias de su padre—. La espera terminó, debes dejar las instalaciones de la universidad. Sin ninguna beca y el pago de tu matrícula, tú estadía ha sido revocada.

—¿Qué? Pero... Creí que aún podría hablar con el directivo. Yo no...

—Ellos ya tomaron una decisión y me ordenaron que acatara la orden. En verdad lo siento —sus labios se curvaron en una mueca afligida. Para ella era difícil tener que hacer algo tan injusto—. Estos señores vinieron precisamente para encargarse de que se cumpla la orden. Ya no hay opción.

—No, esto no debe ser así. ¡Es injusto!

—Joven Park, por favor —uno de los alfas con traje le hizo una advertencia y el omega se quedó callado. De nada servía ponerse a pelear con ellos si era con otro la raíz del problema.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora