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—Bueno, sí. De hecho debiste esperarte lo.

—Jimin...

—Lo siento, lo siento.

Seokjin respiró profundo y cogió el delantal que su suegra le había prestado. No le quedaba de otra más que mostrar sus dotes de chef que Jimin se encargó de mencionar.

—¡Por la diosa Luna! Hace tanto que no cocino.

—Tranquilo, lo harás bien —su hermano le daba ánimos para no arruinarlo, y le agradecía que al menos estuviera allí para sostenerlo por si llegara a desmayarse.

—Jin, no tienes porque hacerlo. Mi mamá es muy intensa en algunas cosas... Específicamente aquellas que tengan que ver conmigo.

—Eres su único hijo, es lógico —el omega le mostró un puchero a su novio, el cual se encargó de besar.

—¿Qué te parece si mejor escapamos?

—Pero, ¡Nam! ¿Desde cuándo tienes ideas así?

—¿Qué? Se supone que solo te presentaría con ellos, no te forzaría a convivir también.

—Pero yo quiero hacerlo, tu mamá no estará tranquila si no me conoce realmente.

—Jin, no necesitas la aceptación de ella cuando ya tienes mi corazón.

Namjoon tomó las manos de su omega y las posó en su pecho, Seokjin se sonrojo ante sus palabras y sentir los latidos de su novio lograron tranquilizarlo.

—Am... Tierra llamado al Namjin. ¿Me escuchan?

—¿Eh? Si, si —Seokjin negó con una sonrisa y Namjoon bajó la mirada ocultando la suya.

Jimin les sonrió enternecido, no podía estar más feliz por ellos. Ver que su amor era completamente real, lo ponía del mejor ánimo. Al fin su hermano mayor tenía con quién compartir sus sentimientos sin temor a lastimarse.

—Vamos —el alfa tomó de la mano a su novio y lo guío a la cocina. Era algo pequeña pero había una mesa que cabía perfectamente.

—Ahora si, toma. Te enseñaré, bueno, más bien veré como haces tú un guiso perfecto —la mamá de Namjoon no reparaba en sus palabras, quería mostrar que alguien como Seokjin no tenía ningún futuro con su hijo.

Las diferentes clases sociales se notaba en el aire y temía por el corazón de su amado hijo. No quería verlo sufrir por una relación sin futuro y lamentaría que ella fuera la primera en decir un "te lo dije".

Pero Seokjin no se dejaría, desde un principio sabía que todo iba a ser difícil. Empezando por su padre al cual le seguía ocultando su relación, pero nunca imaginó que su suegra también tuviera problemas como ese.

Aún así, se mantenía firme y su ego recobró sentido.

—Bien, pero no me hago responsable si algo sale mal. Es decir, hace tanto que no cocino —sonrió jugando con la cuchara y se dispuso a empezar.

La señora Kim lo miró incrédula y Namjoon intentó ocultar su risa, al fin Seokjin estaba siendo como realmente es. Y le encantaba.

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—¿Viste eso? Le fascinó toda la comida.

—Cariño, a mí me enamoraste más —Seokjin dejó de festejar sólo para ver a su novio y sonreírle anonado.

—Eso quiere decir que... ¿He pasado la prueba?

—La pasaste desde el primer instante en qué soportaste no decirle una grosería a mi mamá.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora