Con Aroma A Café

3.35

El camino hacia el departamento del omega pelimorado fue una tortura para él mismo. Tuvo que luchar contra su propio instinto hasta llegar al edificio y entrar al elevador, presionó muchas veces los botones hasta que por fin empezó a subir.

Solo un minuto bastó para que ese espacio reducido se inundara con las feromonas de Seokjin, el calor corporal quemaba su interior, queriendo arrojarse a una piscina de agua fría y quedarse ahí para siempre. Pero no, esa no era la solución que imaginaba su lobo.

Cuando dió con su piso, salió corriendo hasta llegar a su departamento y metió su contraseña para al fin entrar a su departamento. Las prendas irritaron su piel, quitando torpemente cada una de ellas hasta quedar desnudo. Se arrastró cómo pudo al tener las piernas temblorosas y se escondió bajo las sábanas de su cama.

"Por la diosa Luna. No puedo con esto"

"Alfa~"

"Tú... No, él no es nuestro"

"El nos ayudará"

"Maldito lobo, cómo te atreves a irte solo para volver con un celo desgarrador. Hubiera preferido no tener mi olor nunca más"

"Es nuestro alfa, solo él puede tomarnos"

Seokjin dejó de pelear con su omega, de nada servía reclamarle si la necesidad lo estaba consumiendo. Todo su olor a excitación lo mareaba a él mismo, su entrada palpitaba para que algo sólido lo penetrara.

—Estoy muy mojado... No puedo más...

Con dificultad llevó su mano derecha detrás de sus caderas, tanteó con dos de sus dígitos alrededor de su anillo trasero sintiendo un espasmo por el tacto. La posición de Seokjin era bocabajo, con el trasero alzado y el rostro hundido en su almohada, de esa forma podía tocarse sin tanta complicación.

—Umgh... Nam~

Introdujo un dedo y posteriormente el segundo, sacando sonidos de satisfacción y comenzando así a estirar su sensible interior. El lubricante resbalaba por su piel, llegando hasta sus testículos y con ayuda de su otra mano, lo llevó a su propia erección, dando un masaje continúo acompañado de la penetración de su entrada.

—¡Alfa! —con su voz melosa gemía por su amado, imaginando que era él quien lo atendía hasta satisfacerlo por completo—. Joonie~

El calor aumentaba con el paso del tiempo, pero las ganas de Seokjin también. Se estaba empezando a enojar con él mismo por no poder alcanzar su orgasmo, por más que aumentó el número de dígitos y los movimientos de su mano en su erección, era imposible. Ahora mismo lloraba de frustración, no quería tocarse, deseaba las manos de su alfa sobre su piel caliente.

—¡Ah! ¡No me gusta! —al fin explotó y dejó que sus lágrimas bajarán por sus mejillas rojas, lloró impotente a pesar de seguir frotándose sobre las sábanas. Eso no se comparaba a nada como alguna vez se sintió con Namjoon—. Nam… Mhg~

—Tranquilo, ya estoy aquí… —esa ronca voz lo regresó a la realidad, abrió los ojos asombrado y miró detrás suyo, su alfa se acercó a paso veloz hasta por fin lanzarse contra el omega.

Atrapó a Seokjin por detrás y atacó sus labios, mordiendo y chupando con necesidad mientras lo sujetaba del mentón, y con su mano izquierda sobaba las nalgas del pelimorado.

—Ahh~ a-alfa… No te detengas~

—No pensaba hacerlo… —su olor a café se combinó con el de Seokjin, creando un aroma intenso a excitación.

Ahora era Namjoon quién lo ayudaba a estar de rodillas sobre la cama, mientras que fingía embestidas sobre su trasero sensible y lamía su cuello, cerca de la glándula de olor.