3.39

197 34 13
                                    

Ahora la tensión entre Namjoon y Seokjin se sentía menos. Las dudas respecto al camino que tomaría su relación fueron resueltas. No sería nada fácil para ambos aparentar ser unos completos desconocidos, así que gracias a la "oportunidad" que Namjoon le otorgó a su ex, tal vez la dirección les daría un mejor futuro.

Ahora mismo Seokjin ya tenía definidas sus acciones: enamorar a Kim Namjoon por segunda vez.

No le parecía difícil, su ego no era el que estaba en juego, sino su corazón. Amaba por completo al alfa que se dispuso incluso a convertirse en el "amante". Pero prefería no ponerse nombres, era mejor llamarle a esa relación una "reconquistación".

De cualquier forma, no solo Namjoon perdería a su novia que tenía en el extranjero. Seokjin también corría el peligro de ser descubierto antes de tiempo por su padre, por eso comenzó a trabajar más duro para lograr su objetivo antes de lo planeado.

-No te estoy exigiendo exclusividad... No por ahora.

-Aún estos dudando sobre esto...

-No lo hagas. Todo estará bien. Mis sentimientos por ti son reales y lo verás -Seokjin cogió la mano del moreno, besó el dorso y lo miró con sus ojos ilusionados. Los dos sendos frente a frente en el sofá-. Te prometo que esto se solucionará. Pronto seré el CEO permanente y mi padre no tendrá con que más manejarme a su antojo. Romperé mi relación porque no quiero estar con alguien más que no seas tú...

Namjoon se quedó callado, analizaba cada una de las palabras de su ex y posteriormente asintió. Era un sí ante sus peticiones.

-Debes saber que yo no sé lo que siento... Realmente no lo sé.

-Pero lo sabrás. Tú y yo somos destinados... Está vez no te dejará ir. Nadie me tocará si no eres tú.

Seokjin relamió sus labios antes de besar al menor. Se encontraban en la oficina del pelimorado para aclarar las dudas y definir de una vez por todas su manera de resolver su situación.

-Te extrañé mucho, Nam.... Todo esté tiempo sin ti fue un infierno.

-Sufrí demasiado con eso... Demasiado.

El alfa no interrumpió las anécdotas que le contaba su exnovio, tampoco podía sonreír porque eso sería demasiado hipócrita de su parte.
Prefirió estar al margen, demostrando tristeza para coincidir con el mayor ya que en eso no eran tan diferentes. Los dos habían sufrido con su ruptura.

-Desde entonces, me ha gustado dormir. Duermo mucho. Estás ojeras, no son por la falta de sueño, son por la pasada de sueño....

-Aún así, sigues siendo hermoso -el cumplido salió tan natural que hasta asustó a Namjoon.

-Lo sé -sonrió con suficiencia el omega-. Pero enserio, me gusta hacerlo. Cuando duermo no siento nada. Tal vez tengo una pesadilla, pero en otras veces tengo un sueño hermoso gastando dinero -la sonrisita juguetona de nuevo adornó los labios de Seokjin, provocando otra oleada de sensaciones para nada extrañas en Namjoon-. Bueno, en realidad... Te sueño a ti. Es lindo porque así que me pierdo en mis ilusiones....

El lobo de Namjoon se removió ansioso, queriendo capturar a su omega y protegerlo de todo mal. Lo quería a su lado para cuidarle, demostrarle que estaba ahí para él. Pero Namjoon se resistía ante las ocurrencias de su lobo y le recordó que no se enamorara otra vez o sufriría las consecuencias nuevamente.

-Dormir es una prueba de que morir es lo mejor.

Esa frase del pelimorado captó por completo la atención del moreno. ¿Cómo se le ocurría decir eso? No, no le gustó. Y de cierta forma se sintió inquieto de tan solo imaginar que Seokjin pensaba en una cosa perturbadora cómo esa. No lo quiso perder, jamás. Y aunque se negaba a aceptar sus sentimientos, tampoco quería que el omega desapareciera de su vida de esa forma. Eso no lo soportaría.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora