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El vuelo duró unas 14 horas en total, todo el recorrido fue un fastidio para la familia Kim ya que no estaban acostumbrados a un viaje tan largo.

Pero la espero valió la pena, incluso el dolor de cuello y trasero. Al fin pisaban tierras americanas y podían darse el lujo de recorrer la increíble ciudad de Nueva York. Su guía por inercia fue Namjoon, y no era porque ya conocía el lugar, más bien por el hecho de que el inglés era su segunda lengua. Fue así como pudo guiar a sus padres por toda la ciudad en busca de un sitio para quedarse.

Con su inglés fluido fue sencillo y dejó a sus padres boquiabiertos, una vez más quedaron fascinados y aseguraron que su hijo nació para ser una gran persona de mundo. Cada tropiezo valdría la pena si se levantaba con una mejor versión de sí.

—Bien, aquí es. No es un lugar grande pero servirá por ahora —el joven de cabellos castaños se hizo a un lado y dejó pasar a sus padres al pequeño recinto.

No era grande pero la ubicación y el precio estuvo dentro de su presupuesto. El cuarto constaba de dos habitaciones pequeñas y una cocina. No podían darse el lujo de quedarse por mucho tiempo, aún tenían en mente buscar un lugar más grande en cuanto sus padres encontrarán un empleo. Además, por el momento era más que satisfactorio al quedar cerca de la universidad así que Namjoon evitaría hacer muchos gastos.

—¿En qué pensaban al venirse conmigo? —al fin soltó aquello mientras miraba a sus padre tomaron asiento en un par de sillas.

—No creías que te dejaríamos solo en esta aventura, ¿o si? —Namjoon elevó una ceja ante la respuesta de su madre—. Bueno, sabes perfectamente porque.

Exhaló derrotado para no discutir. El tema de Seokjin quería dejarlo atrás y concentrase en su presente. No importaba nada más que ver por sí mismo. Por su futuro. Por el bienestar de sus padres, y por su nueva meta.

Nada sería fácil, las cosas podrían complicarse pero confiaba en sí mismo. Sus sentimientos seguían intactos, aún amaba a su exnovio y esperaba que solo fuera arrepentimiento el que quedara. Arrepentimiento de haberse enamorado de alguien como Seokjin para no volver a cometer el mismo error. No más.

Sus padres habían sido de gran ayuda, no lo dejaban caer y le hacían recordar que aún tenía mucho porque vivir. Y él no se dejaría hundir, tuvo crisis por ese recuerdo que lo atormentaba pero asimilar la realidad poco a poco fue dando indicios de superación personal.

Si, quería ser una mejor persona. Una mejor versión de Namjoon, una nueva y actualizada. No dejaría que nadie más se volviera a aprovechar de sus sentimientos, no se dejaría engañar fácilmente y mucho menos manipular. Mucho menos quería volver a confiar en alguien que no fuera él mismo. No otra vez.

Planeaba olvidarse del amor o cualquier otro sentimiento relacionado a éste. Sería difícil, pero no tanto. No después de que su corazón fue lastimado sin compasión. Ese chico de bella sonrisa con hoyuelos había desaparecido

Sus padres lo notaron y decidieron no cuestionarlo. Si esa era su forma de sanar, lo dejarían continuar a su manera.

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Pasada las diez de la mañana, hora norteamericana, salió del pequeño edificio y empezó a mezclarse entre las personas en medio de la calle. Primero buscaría empleo para después conseguirle uno a sus padres.

No era la mejor idea pero no tenían mejores planes. A sus padres aún les costaba demasiado entender el idioma y si encontraban un trabajo debía ser de fácil acceso sin tener problemas para comunicarse. Ellos querían acompañarlo pero les insistió en quedarse en el departamento.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora