Cuatro años han pasado.
Años en los que la superación personal fue la meta de muchos, trayendo consigo buenos resultados y varias sorpresas.
Oh y la enorme sorpresa que aún tenía el destino para un par de hombres.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Los miedos fueron reprimidos ya que no podían ser superados por cuenta propia, llevando consigo rencores y decepciones en los corazones y mentes.
La felicidad era momentánea, siendo perseguida para encontrar el bienestar conforme los sucesos de la vida golpeaba a los enamorados. Unos enamorados con el corazón roto después de mucho tiempo.
¿Y cómo se podrían dar cuenta de ello? Exactamente por cada detalle que enfocara sus actitudes y acciones.
Como cierto omega que dejó la vida "rebelde" para involucrarse responsablemente en todo lo relacionado con la herencia familiar.
Específicamente; la empresa Park.
Seokjin era muy astuto y creativo para interferir en los asuntos del negocio, también dosil para cerrar contratos. Lo que llevo al apuesto omega a ocupar el lugar de director creativo en la empresa de publicidad de su familia.
Abbys Company había crecido más durante esos cuatro años y logró mantener su lugar como el número uno, teniendo gran importancia en la bolsa de valores de su país por todos los negocios que habían logrado concretar.
Si, Seokjin se sentía orgulloso de formar parte de los logros. Sus logros, ya que su ego se elevaba más alto a cada paso que diera, trayendo consigo actitudes un poco cuestionables por parte de las personas que no conocían su historia.
Había cambiado y no todo era para bien. Su padre, el señor Park Seojoon, se encontraba a gusto con el cambio, por que su hijo se involucró al fin en la empresa familiar, sin tomar en cuenta como su arrogancia subía. Era parte de su evolución según él, puesto que lograría mayores cosas si se lo proponía y alzaba el apellido Park.
El orgullo y la vanidad era fundamental para Park Seokjin. Durante el tiempo transcurrido después de su separación, decidió mostrar sus cualidades y habilidades para llamar la atención. Se había vuelto el omega que estaba en la boca de todos, físico perfecto y belleza inigualable, perseverante e inalcanzable. Además de presumido y clasista como lo describían las personas que se cruzaban en su camino.
Un modelo a seguir para muchos, y para otros despreciado por su arrogancia.
Pero a Seokjin no le importaba la opinión de los demás, se metía en su mundo y los planes que iban surgiendo a cada momento.
Con esos aires de grandeza y hostilidad, entró a la oficina de su padre, quién hasta en ese momento se encontraba más atendo a los documentos que revisaba con los contratos próximos. El omega no se tomó la molestia de tocar la puerta, jamás lo hacía, entró evadiendo a la secretaria de su padre y cerró tan pronto cruzó.
—Quiero cambiar de puesto —habló mientras tomaba asiento frente al alfa y cruzaba las piernas sin una pizca de respeto a su progenitor.
—Ahora qué idea se te ha metido en la cabeza, Seokjin.
—Lo que oíste. Ya fue mucho de estar bajo tu sombra. Quiero... Mis propios reflectores —sonrió con ambición mientras miraba a la nada e imaginaba tal escena.
—Ya has sido modelo de marcas reconocidas, no entiendo el por qué de hablar ahora sobre eso —quiso dar por terminada la plática, sin embargo era conocedor de la prepotencia de su hijo—. Así que no digas tonterías. Conoces las reglas.
—¡Ya estoy harto de trabajar solo para ti! Tomo decisiones pero solo sigo siendo el hijo del dueño que no tiene un puesto más importante —al fin explotó su molestia y se levantó del asiento agitado.
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Con Aroma A Café
Fiksi PenggemarSeokjin ha caído ante los encantos de Namjoon, sin imaginarse que su familia estaría más involucrada a pesar de evitarlo. Tras esa máscara esconde a su sensible corazón, provocando que su amado sufra las consecuencias de sus palabras. Kim Namjoon de...