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—Y entonces aquí se puede notar los desvíos. Al parecer quisieron maquillar los números, pero las facturas de las recientes compras no coinciden...

—¿Y la nómina? No habrá un error ahí también...

—Sobre eso... —tecleó una vez más y le mostró los números en rojo—. Mire, hay más depósitos de los que deberían haber. Aumentaron las cuentas de los supuestos empleados, así que aquí también hubo un desvío...

—¿Desde cuándo?

El alfa mayor miró rápidamente al pelimorado, regresó su vista a la computadora y suspiró. —Hace un mes...

—¡¿Cómo es posible?!

—Ahora que solicitó la auditoría fue que nos dimos cuenta. No había nada raro y por eso dejamos pasar los supuestos errores que la máquina arrojaba...

—No. ¡Esto no debe estar pasando! —histérico, así es como Seokjin se puso en cuestión de segundos. Justo un problema así de grande tuvo que surgir durante su nuevo cargo—. Esto deber ser un error...

—Tranquilo, hyung. Todo se puede arreglar —el omega rubio acaricio los hombros de su hermano en forma de solidaridad.

—Sí, sí. Tienes razón —ya más calmado dejo salir todo el estrés en un suspiro, para posteriormente regresar con su administrador—. Porque así como vió los problemas, también debe ver la forma de como arreglarlo...

—Señorito Seokjin...

—¡No quiero más problemas! Quiero soluciones.

La voz dura de Seokjin sentenció cada palabra recalcada. El alfa presente asintió acatando la orden y mostró los movimientos realizados con el presupuesto mensual, siendo observado meticulosamente por ambos omegas.

—La mayoría de las transferencias fueran hechas desde el área de contabilidad. Pero con respecto a los recibos, pudo hacer sido hackeado por cualquiera, incluso por alguien fuera de la empresa.

—Bien, empecemos por ahí.

—Jin hyung. ¿A dónde vas?

—Iré arreglar esto....

El pelimorado cogió los documentos que recientemente le había entregado su empelado, llevándolos consigo a la vez que su olor se hacía cada vez más intento debido al enojo, y eso claramente se percibía. Y no era para menos su enfado y estrés, él estaba en su mejor momento dirigiendo la empresa, que un tropiezo así podría atraer la atención de su padre y hacerlo volver de su viaje a Japón solo para relevarlo de su puesto.

Iba más distraído en maldecir que en la persona que acababa de cruzar el pasillo, chocando con el hombro ajeno. Esa fue otra razón para elevar la voz y desquitarse, pero todo rastro de ira se fue al notar que la persona con quién choco era Namjoon.

—¿Qué te pasa? Tu olor agrió se siente a kilómetros...

—Y no es para menos —con agilidad le colocó los documentos en el pecho, siendo tomados por el alfa y así empezar a ver su contenido—. Ahora iré hacerle una visita a mi gestor de nómina.

—Oh... —la atención del peligris estaba puesta en los papeles, pero torpemente asintió mientras seguía al omega—. Te acompaño.

Ambos chicos tomaron el elevador y el omega presionó el botón que los llevaría al piso de contaduría. El tiempo y espacio fue ocupado por las palabras sin sentido de Seokjin, siendo acompañado por el alfa que prefirió guardarse sus comentarios antes de salir raspado.

No les tomó tanto tiempo llegar al área, Seokjin era el guía hacía la oficina de su empleada. Ignoró los saludos del personal hasta por fin llegar a su destino, lamentablemente el resultado disminuyó su tolerancia ante el asunto.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora