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Las clases habían terminado desde hace más de media hora, y el alfa con olor a café seguía en espera de su omega. Sus mensajes enviados aún no eran respondidos y ni siquiera habían llegado a su remitente. Es era una preocupación más a su sensible corazón pero se mantenía sereno y prefería buscar respuestas.

Empezando por su cuñado, al que fue a buscar en la salida para preguntarle. Al verlo, se apresuró a alcanzarlo antes de que fuera a subir en su coche

—Hola, Jimin.

—Oh... Nam, hola. Que gusto verte.

—Lo mismo digo —acomodó sus lentes antes de seguir—. Me preguntaba si sabes algo de Jin, se supone que comeríamos juntos pero no lo he visto desde el almuerzo y no responde mis mensajes.

El omega castaño lo pensó por un momento, teniendo la respuesta rápidamente. —Creo que debió irse por lo del evento, a veces mi papá lo manda a llamar un poco antes para que no escape.

Namjoon no entendió a lo que se refería con exactitud, su omega no le había comentado nada y solo creyó que debió ser por algo importante.

—¿Acaso no te lo dijo? —el alfa negó—. Hmm tal vez pensó que no iría, pero bueno. Mi papá siempre lo obliga para que asistamos, excepto yo que está vez no los acompañaré. Es porque habrá un evento familiar hoy en la empresa, y como siempre mi padre insiste en que vayamos para empezar a conocer un poco más de eso.

—Oh entiendo —asintió ya más calmado, deshaciendo su idea de que algo malo le había pasado—. Entonces por favor dile que lo llamaré más tarde para saber cómo está.

—No te preocupes, Nam, yo sé lo diré.

El bajito se despidió de su cuñado y subió al auto después de que el chófer le abriera la puerta, yendo así rumbo a su casa, pero aún tenía en mente sobre la situación de su hermano. No le había dicho todo a Namjoon puesto que si Seokjin decidió no decirle acerca de la cita que estaba obligado a tener, entonces no metería la pata exponiendo lo.

El alfa también se mantuvo pensado un buen rato, caminó fuera de la universidad para tomar el autobús. Y aunque su lobo le decía que confiara en su omega, en su cabeza se hacía miles de ideas. Tenía inseguridades, claro que sí, amaba a Seokjin pero habían cosas que aún no estaban arregladas como la situación de su padre. Pero sería paciente y esperaría una respuesta de su novio.

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Y como ya era costumbre, las amenazas de su padre no les tomaba importancia. Excepto por esa vez. El señor Park ya conocía perfectamente a Seokjin y no se arriesgaría a qué fuera vestido como se le diera la gana para atraer la atención de la prensa, y mucho menos que llegara tarde, cómo citas anteriores.

—¿Estás listo?

—Eso creo —el omega terminó de verse en el espejo no muy convencido.

Si por Seokjin fuera, iría solo vistiendo unos pantalones cortos y una playera, pero su papá le advirtió que no hiciera algo que lo perjudicara o le prohibiría las salidas incluso para la universidad. No le quedó de otra más que ponerse el estúpido traje hecho a mano que su "cita" le envío.

Resaltaba todas sus curvas y eso no le habría molestado hace semanas, pero justo en esos momentos él solo quería lucirse con su novio y para su novio, no para otro alfa que busca lo mismo que todos.

—¡Fightin! Jin. Todo saldrá bien.

—Ruega porque vuelva temprano.

—Con tú carácter creo que romperás tu récord —Jimin tomó asiento en su cama mientras lo dejaba peinarse—. Am oye... Hoy Nam me habló.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora