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Namjoon se la pasó sin prestarle atención a sus clases, y aún así, cuando el profesor preguntaba algo él respondía correctamente.

Beneficios de ser alguien con un IQ de 148.

Y estudiar mucho, claro.

Pero al fin el cerebro se le iluminó.

"¿Será está una señal? Claro que sí".

Después de pensarlo demasiado, ya tenía una respuesta a sus inquietudes. Salió como bala a la hora de la comida sólo para ir a la cafetería que se encontraba fuera de la universidad. Ahí pidió que le dejarán preparar un café especial, puesto que los que vendían no era lo que buscaba.

Cuando lo tuvo, regresó y se puso a buscar a Seokjin. Pero al encontrarlo su valentía se fue por un caño, estaba sentado en la cafetería de la universidad con sus otros amigos. Como pudo se dió ánimos y se acercó lo suficiente para hablar con el omega. Pero rápidamente atrajo la atención de los otros de la mesa con claro fastidió.

—J-jin, quise traerte esto. Dijiste que era tu favorito.

El omega miró lo que el alfa le estaba dando, era un café recién hecho y a su nariz llegaron los aromas de éste, junto a un toque de vainilla. También llevaba unas galletas que solía comer. Eso le removió el corazón y una sonrisa tímida se asomó en la comisura de sus labios.

—Gra...

—¿Pero qué te pasa? —una alfa se había posicionado frente a Seokjin, impidiendo que tomara lo que Namjoon le estaba dando—. Niño, no debes acercarte a Jin y mucho menos llamarlo así. ¿Quién te crees?

—Es verdad, mejor vete con los bichos raros de tu clase —otro omega sonrió burlón al verlo inferior a él.

Namjoon los miró nervioso y sin saber que responder.

¿Qué era exactamente de Seokjin? No lo sabía.

—No debes hablarle a las personas que no son de tu misma clase social, perdedor —el otro alfa se levantó de la mesa y tiró al suelo la bandeja que llevaba para Seokjin.

El labio inferior de Namjoon tembló, no quería comportarse cómo alguien débil pero justo en ese momento la sensación de tristeza lo invadió.

—Y-yo, lo siento. Me equivoqué —Miró por última vez a Seokjin y salió corriendo, reteniendo sus lágrimas.

Todos reían por su forma torpe de actuar, pero cuando creyeron que todo ya estaría bien, Seokjin respondió lanzándoles la comida que tenía en su bandeja.

—¡Seokjin!

—¿Pero qué demonios te pasa?

—Eso es para que aprendan a no meterse en las conversaciones ajenas —el omega sonrió burlón y les tomó una foto bañados en comida, se despidió con un beso volador y salió detrás de Namjoon.

—¡Mierda! Seokjin está loco.

—Me las va a pagar.

—¿Todo por un estúpido nerd?

—Oye, no le digas eso —Hoseok al fin dejó de ser espectador y se levantó dejando su plato vacío después de comer—. Ya saben cómo es Jin, si no quieren tener problemas con él, mejor eviten hacer otra estupidez como esta.

Les sonrió amigable y se despidió para salir de la cafetería, los otros chicos estaban incrédulos y se desquitaron con los de su alrededor, gritando que dejarán de reírse y que ni se atreviera a tomar fotos.

Seokjin intentaba alcanzar a Namjoon pero lo había perdido, su clase próxima estaba por empezar pero no quería asisitir. Primero debía hablar con el alfa o se sentiría peor. Además, sabía que Namjoon podría no ir a su clase, tal vez por la vergüenza de lo ocurrido en la cafetería y eso oprimía su corazón aún sin saber por qué.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora