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—Si, Jimin. Ya no será necesario que me cuides en mi celo.

—Pero, ¡Jin! No me digas que ya tienes a alguien...

El pequeño omega lo miró con sorpresa, no necesitaba escuchar una respuesta cuando la cara de felicidad de su hermano lo decía todo.

—Oh por la diosa Luna...

—Pero no te aloques —Jimin le enseñó la lengua y su mayor rió.

—Eso quiere decir que... ¿Ya tienes novio?

—Bueno, algo así.

—¿Cómo que algo así? —elevó una ceja acusador.

—La verdad es que aún no somos nada. Sólo estamos saliendo.

—¡Pero, Seokjin! No puedes entregarte a alguien que no es nada tuyo.

—Oh vamos, Jimin. El me gusta lo suficiente para darle esa confianza.

—¡Aún así! No puedes entregarle tu tesorito a cualquiera.

—Bueno, tampoco es como si fuera virgen aún.

—¡Ash! Ya lo sé —el castaño se cubrió sus oídos horrorizado—. Y no quiero saber los detalles. Tú sabes a lo que me refiero. Nunca has pasado tu celo con alguien, siempre te cuido yo. Nos cuidamos mutuamente.

—Descuida, hermanito. Estaré bien.

Jimin no dijo más, aunque le llevara la contraria su hermano haría lo que quisiera, su rebeldía jamás cambiaría, pero anhelaba que madurara un poco.

Y el que saliera con alguien ya era un avance, sólo esperaba buenos resultados de eso.

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Las clases habían comenzado desde hace varios minutos y el semblante de Seokjin seguía igual, la preocupación lo invadía al no tener noticias de su querido Namjoon.


No sé habían visto en la mañana debido a que tenían una clase diferente, pero justo después tocó la que compartirían para la presentación del proyecto en pareja. Sólo quedaron en mensaje y desde entonces no habían hablado.

Aunque Seokjin lo llamaba para localizarlo, Namjoon seguía sin responder. Temía que algo le hubiera pasado al no saber su paradero, pero su lobo era el más inquieto y no podía controlarlo.

—Seokjin, Park Seokjin.

—Ah, ¿si? —el omega al fin prestó atención a su llamado.

—No estés en la nubes y pasa para la presentación —Seokjin tragó duro, sabía cómo presentarlo, pero sin Namjoon las cosas serían raras—. ¿Dónde está el joven, Kim?

—No lo sé, profesora. Se supone que debió llegar hace tiempo —revisó nuevamente su teléfono y nada.

—Hmm, ya. Entonces pasa tú, después hablaré directamente con el joven Namjoon. A menos que no lo hayas hecho —la beta elevó una ceja, no sería una sorpresa si eso pasaba.

—No, no. Ya lo tengo listo —Seokjin bajó hasta el escritorio y le entregó la memoria USB—. Lo terminamos justo a tiempo.

—Espero que hayas cooperado con la realización.

—Claro que sí, podrá preguntárselo a Namjoon... Cuando llegue.

La profesora asintió y le dió lugar a Seokjin para hablar frente a toda la clase. Como el chico más popular de la universidad no temía hacerlo, desde pequeño asistía a los eventos familiares y de la empresa, así que jamás se sentía cohibido frente a las personas, de hecho, le gustaba tener la atención de los demás.

Con Aroma A Café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora