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Abandono.

La habitación permanece en un ruidoso silencio, apenas he despertado y ya me encuentro con la asesina mirada de Hyunjin y los ojos llorosos de Jisung.

—¿Por qué no lo dijiste?. —Jisung parece enojado, parece tan decepcionado de mi.

Él está molesto conmigo.

Me odia...

... me odia, me odia, me odia.

—Tú... —Su voz se rompe. —¡¿Por qué no lo dijiste?!, estuviste días ensayando y... y... ¡Mierda Felix!, ¡¿en qué demonios pensabas?!.

No sé.
¿En qué estaba pensando?.

—Y-yo...

—Creo que debemos calmarnos. —Hyunjin se cruza de brazos. —Felix está en una situación delicada en estos momentos, no debemos meterle esta presión.

Jisung finalmente suelta un suspiro. Yo, por otro lado, llevo las manos a la parte baja de mi pecho, intento que la voz salga de mi boca pero no soy capaz de hablar.

—¿E-él...?

—Si Felix. —Jisung asiente con su cabeza. —Tú bebé está bien.

Gracias a Dios...

Un suspiro relajado sale de mis labios, como si todo el peso de mi cuerpo al fin desapareciera. Ahora solo debo enfrentar la situación, probablemente tendré una fuerte discusión con ambos y aún debo hablar con mis padres, yo...

Los bellos girasoles se encuentran a un lado de la ventana, están puestos en un bonito jarrón de vidrio. Estoy seguro de que Jisung las ha puesto ahí.

—Dejemos que Felix descanse. —Hyunjin le da una leve señal a Jisung y este sale de la habitación sin decir nada. Por otro lado, Hyunjin se limita a acercarse, dejar un beso en mi frente e irse sin más.

Qué...

¿Qué fue esa mierda?.


Los síntomas habían comenzado un mes después de la maldita fiesta a la que Jisung me había llevado. Creí que era parte de mi imaginación, debí suponer que estas cosas podían pasar.

Me sentí mareado cuando el test de embarazo mostró las dos líneas rosadas. Sentí mi mundo colapsar en ese mismo instante y no supe que hacer.
Fingí que nada había pasado, quise pensar que si fingía que ese embarazo no existía entonces las cosas se volverían más fáciles. Podía entrenar sin problema, podía ver los ojos de las personas sin ningún tipo de culpa y...

... Y podía dejar de pensar en ese desconocido.

Pero se complicó, todo pareció desvanecerse frente a mis ojos porque ese bebé era un karma para mí, para mí consciencia. Luego de todos los ensayos las náuseas me invadían y luego los antojos inesperados en mitad de la noche.
También parecía rechazar las caricias de Hyunjin y de cierto modo coincidimos en eso.

Busqué a Changbin por todas partes, fui a esa ciudad lejana y lo busqué por mi propia cuenta.

Quién diría que me tomarían de loco por preguntar por él tan abiertamente. Lo cierto es que Changbin tenía un rostro conocido en los medios de comunicación, al ser un boxeador famoso ya no vivía en ese lugar desprotegido y claramente nadie me daría más información.

Estaba perdido y solo.

¿Qué haré ahora con este maldito bebé?.

Agradecí que a pesar de llevar tres meses de embarazo, él seguía sin hacerse notar, él o ella, lo que sea que fuera.

—Arruinaste tu maldita vida, Felix. —Mamá está enojada, no puedo culparla, acabo de joderlo todo. —¿Quién es el padre de ese bebé?, ¿Hyunjin?.

Ella siempre tan encantada con él.

Si supiera realmente cómo es...

—Estoy decepcionada de ti, hijo, ¿como le dirás a tu padre?, ¿sabes lo difícil que será para nosotros ahora?, ¿sabes como... como miraremos a la cara a nuestros cercanos?.

¿Puedes pensar en mi?.

¿En como me siento yo?.

—Hay que deshacernos de él.

—No.

—No hables, tu no tienes voz en esta conversación, ya has hecho más que suficiente. —Se pone de pie. —Hablaré con tu padre de esto y veremos que doctor puede...

—¿No me has oído?. —Levanto un poco la voz.—Tendré a este bebé.

—No estas hablando en serio. —No hay respuestas de mi parte por lo cual ella continúa hablando. —¡Te has vuelto completamente loco!, no dejaré que sigas arruinando tu vida, tú...

—Me importa una mierda lo que digas. —Esta vez hablo más tranquilo. —Soy un adulto, he cometido un error como millones de personas lo han hecho, me haré responsable de mis actos y no dejaré jamás que te acerques a este bebé, a hijo.

Mamá abre su boca, parece entre ofendida y sorprendida, finalmente frunce el ceño mientras yo siento el enojo viajar por mis venas.

—Bien, no esperes que te apoyemos en esta mierda de decisión que has tomado, estás solo en esto. —Se aclara la garganta. —No más tarjetas, ni dinero, ni autos ni nada para ti.

—Perfecto, yo no los necesito.—Hago un ademán con mis manos, invitándola a retirarse de la habitación. —Todo lo que tengo ahora es gracias a mi, no a ustedes, si no tienes más nada que decir entonces lárgate.

—Desde hoy...—Dice y me preparo mentalmente para lo que se viene. —Has dejado de formar parte de la familia Lee.

A DANCE IN THE RING// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora